“No importa de dónde vienes. Lo que importa es a dónde vas”. Brian Tracy

En el medio en el cual nos desenvolvemos es muy frecuente encontrarnos con personas que son resultado de lo que las circunstancias han permitido que alcancen, pero también hay quienes tienen muy claro lo que quieren alcanzar y ponen todo de su parte para poder llegar a su meta. Esto hace fácil entender que cuando lo logran se sientan gratificados y entonces establecen nuevas metas y hacen todo de su parte para poderlo alcanzar.

Pero no podemos negar que tristemente existen aquellos que dejan que las cosas sucedan por sí solas, y cuando lo que se logra no es de su agrado están frustrados y molestos. Por esta razón debemos saber trazar el camino que queremos caminar, y una vez definido debemos poner toda la determinación de nuestra parte para que, paso a paso, estemos avanzando a la meta que nos hemos trazado.

La vida nos enseña que cuando hay determinación en nosotros, esta nos permite superar los obstáculos que encontramos en el camino. Es probable que nos atrasemos en el avance o probablemente tengamos la tentación de desistir, pero dependiendo de en qué intensidad nuestra voluntad esté determinada, habremos de avanzar. Probablemente nos toque hacer ajustes y reconsideraciones, pero no desistir en el avance.

Es importante que entendamos que cuando las metas son claras y definidas, nos trazan el camino que hemos recorrido, y por lo mismo podemos planificar y de algún modo visualizar el trecho que nos queda por recorrer. Es sorprendente que los que socializan las metas que se han trazado se encuentran con quienes solo ven los obstáculos y tratan de desanimarlos. Claro, existen aquellos también que animan con algunas sugerencias que ayudan.

La meta que nos trazamos es como un punto de referencia en el final del camino, y es de prudentes poder visualizar el proceso en partes, para que al avanzar nos sea grato observar lo que hemos podido recorrer.

Es muy interesante observar a aquellos que con la máxima determinación han logrado ver cristalizados los sueños que tenían en el pasado y todos ellos han tenido un elemento en común, que es la disciplina y la disposición al sacrificio en aras de lograr lo que tanto han querido para esta vida. Es innegable que si nosotros queremos alcanzar nuestros sueños debemos, de alguna manera, rodearnos de personas que son propositivas y saber estimular a los que, con emprendimiento, caminan hacia nuevos horizontes. Es importante tener claro que cuando compartimos lo que queremos hacer con nuestros proyectos o a donde queremos llegar, la gente no tenga que estar de acuerdo con nosotros. Si lo socializamos es solo para escuchar lo que dicen y así, de algún modo, evaluarlo, para que tengamos criterios con los cuales mejorar los procesos que tenemos que pasar para llegar a la meta trazada.

En nuestra sociedad abundan los que saben soñar y que ocupan un buen tiempo hablando de ello, pero son pocos los que, cuando sueñan, inmediatamente comienzan a trazar el camino por el cual quieren ir cristalizando su sueño, hasta que lo ven hecho realidad y nada ni nadie los detiene en su emprendimiento. A la luz de esta realidad está el reto para que cada uno de nosotros sea una persona determinada en lograr lo que nos hemos propuesto.