De manera más precisa, la psicóloga clínica Helen Muñoz explica que la ansiedad es una “respuesta emocional, normal y necesaria en las personas, ya que cumple la función de ponernos a salvo ante situaciones de peligro”.
La ansiedad puede remitir a los efectos incómodos del miedo, sin embargo, sus orígenes son distintos. Desde la ansiedad se percibe una amenaza que no es externa, sino que brota desde adentro de las personas. “Es decir, hay una exposición a lo que una persona cree que lo pone en peligro”, argumenta Helen Muñoz.
Esta experiencia puede convertirse en un problema cuando se mantiene de forma prolongada. Aunque todas las personas son susceptibles a a la ansiedad, no todas la atraviesan como un padecimiento.
“Diariamente estamos expuestos a situaciones de ansiedad, pero si son breves y tenemos tiempo para recuperarnos de esos eventos ansiosos, no dejará ninguna afección“, comparte la psicóloga entrevistada.
Muñoz explica que la ansiedad se llega a percibir incluso desde las primera etapa de vida. Incluso los bebés pueden experimentarla por separación de una figura de apego, y en su caso podrían superarla en cuestión de meses. No obstante, de continuar en infancias mayores de 2 años, podría ser necesario consultar a un especialista.
Sin embargo, es llegada la adultez y la juventud que la ansiedad suele experimentarse de manera más aguda.
Así puede detectarse la ansiedad
La psicóloga Helen Muñoz apunta que identificar y considerar cualquier percepción de amenaza es un causante de ansiedad ya que esto provoca un mecanismo corporal de protección.
Muñoz agrega que los duelos, los ambientes altamente estresantes, las enfermedades físicas, el consumo excesivo de alcohol, drogas o la reducción de horas de sueño, podrían ser factores que detonan la ansiedad.
Aún así agrega que de existir alguna complicación en términos de salud mental específica o de establecerse la existencia de un trastorno de ansiedad, se debe revisar cada caso de forma individual.
La psicóloga entrevistada recuerda que para detectar la ansiedad se puede prestar atención a la reacción del cuerpo mediante el incremento de los siguientes síntomas:
- Estado de alerta
- Nerviosismo
- Sudoración
- Palpitaciones
- Dificultades para conciliar o mantener el sueño
- Alteración en el ritmo de respiración
- Temblores
- Cansancio
- Falta de concentración
- Irritabilidad
- Pensamientos intrusivos
Aunque estas reacciones corporales suelen validar la existencia de la ansiedad, lo cierto es que esta experiencia suele estar relacionada a mitos o información errónea.
De acuerdo con Helen Muñoz, uno de los mitos tiene que ver con que supuestamente toda la ansiedad es perjudicial. También se ha creído que las personas con ansiedad siempre serán así por lo que “deben” resignarse a vivir con la incomodidad que esta supone.
“En ocasiones, la ansiedad también es minimizada o incomprendida por alguien que no ha tenido dificultades con ella y eso puede hacer creer que quien si la padece está exagerando“, comenta la psicóloga.
Cómo enfrentar los síntomas de la ansiedad
Muñoz apunta que en los casos donde se experimenta la ansiedad constantemente es esencial la atención de un profesional de la salud mental.
Por otro lado, y de forma más cotidiana, resulta importante enviar al cerebro un mensaje de que se está en calma para que las respuestas ante la sensación de peligro bajen.
Para esto, la psicóloga recomienda sostener el enfoque en el momento presente.
Se puede hacer contacto visual con elementos alrededor, se pueden tocar cuatro cosas, se pueden identificar tres distintos sonidos, se pueden ubicar dos olores así como degustar algo. Tocar agua fría, conectarnos con la naturaleza, hacer una meditación o implementar ejercicios de relajación puede ayudar.
Asimismo, hay otros recursos escritos, auditivos o interactivos que podrían ayudar a navegar, confrontar y superar la ansiedad. Entre ellos destacan los siguientes:
Libros
- ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? de Robert M . Sapolsky: El libro plantea cómo el estrés se ha convertido en una pandemia cotidiana. Su autor aborda maneras de enfrentar las circunstancias lacerantes de las enfermedades mentales en la actualidad.
- El cerebro de la gente feliz de Ferrán Cases y Sara Teller: Esta publicación se sostiene sobre la premisa de cómo poder vivir una vida sin ansiedad. A lo largo de las páginas se presentan maneras de encarar esta experiencia, desde la óptica de la neurociencia.
- Cómo hacer que te pasen cosas buenas de Marian Rojas Estapé: Es uno de los libros más exitosos de los últimos años desde la literatura de autoayuda y presenta fórmulas para gestionar la atención y la acción alrededor de conflictos producidos por incomodidades mentales.
Podcasts
- Entiende tu mente: En esta serie de programas, los conductores abordan temas referentes a inquietudes psicológicas, entre ellas, la ansiedad. Durante una emisión no superior a los 30 minutos, los especialistas exponen casos, así como también dan sugerencias de cómo abordarlos.
- Nadie sabe nada: Mediante un abordaje con humor y bastante libertad, los presentadores retoman experiencias marcadas por las dudas sobre la vida, entre ellas las que surgen en el seno de momentos llenos de ansiedad.
- Desansiedad: Producto de la plataforma con el mismo nombre, este podcast presenta entrevistas con expertos, así como charlas técnicas y fáciles de comprender sobre por qué surge y cómo pueden atravesarse episodios de lo dificultoso que es tener ansiedad.
Apps
- Yana: Esta plataforma opera como un asistente al cual se le puede contar diariamente sobre los sentimientos. Mediante inteligencia artificial, Yana ofrece preguntas e ideas que ayudan a distinguir qué tanto de la ansiedad es real, y qué tanto es producto de una agitación emocional y pasajera.
- Meyo: Se trata de una aplicación que a través de ejercicios, mensajes y fichas informativas ayuda a que los usuarios encuentren una ruta óptima hacia su meta de desarrollo personal, lejos del miedo e incertidumbre.
- Lojong: Una de las máximas recomendaciones de estos últimos tiempos es el llamado “mindfullness” a través del cual se pueden hacer ejercicios para alcanzar una reconexión y un reconocimiento del momento presente que ayuda a liberar pensamientos intrusivos.