REGISTRO AKÁSICO

Transición de colores

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Los suaves asaltos al poder necesitan un patrocinador como en el caso actual. US$16,777,181.15 dados por un país regalón para influir electoralmente. La directora de la agencia, una irlandesa, balbuceaba en el Congreso cuando le preguntaban sobre el gasto. Hubo otros financiamientos de intervención cultural por US$11 millones y otro dedicado a cambiar la Constitución Política del país. Gene Sharp escribió, De la dictadura a la democracia, allí señala 198 métodos para obtener el poder. Lo primero es insistir en el carácter pacífico del movimiento, aunque suponga excesos tales como romper la cadena de abastecimiento y cerrar los establecimientos de servicios esenciales y de bienes de consumo.

A veces, la movilización se sale de control, como en Ecuador en 2022. Desde el siglo pasado sufre cierres de carreteras: llaman huelgas a los piquetes para aislar municipios y ahora a Quito. El abuso en la movilización generó exasperación plasmada en saqueos y quema de oficinas públicas. Nada de los pacifistas. Lo destacable, en esa circunstancia, fue generar un modelo de actuación para agotar el ímpetu de los manifestantes. El gobierno se retiró de la capital, donde los piqueteros habían obstaculizado las vías principales y realizaban desmanes. Se limitó a esperar, con el apoyo disciplinado de la fuerza pública. Al final, se retiraron los convocados y todos en paz. En cambio, en Perú, en este año, decidieron disolver los piquetes. La Policía Nacional peruana integró grupos de choque para el desalojo. El saldo fue 49 muertos y se atacó a la Presidenta, motejándola de genocida, por mandatarios de otros países. Pues, apartar al Perú de ciertos giros comerciales internacionales interesa a algunos. A la vista de las actuaciones y resultados, parece que esconderse no es tan mala estrategia.

' No es fácil coordinar el derecho de oposición, diversidad cultural y respeto al régimen de legalidad

Antonio Mosquera Aguilar

Cuando hay miles de personas movilizadas no se recomienda la fuerza. Aunque existan abusos, se debe esperar al agotamiento de los fondos dirigidos a rentar autobuses o uso de carros agrícolas de lujo, para cerrar caminos. De algún lugar sale el pago de la zarabanda y el amplificador de sonido acompañante, hasta marimbas llegan. No hay restaurantes abiertos ni negocios, pero hay suficiente abasto en bandejas de poliuretano para los piquetes. Algunos se mueven con sustancias dedicadas a incrementar la heroicidad, otros con arroz, aunque también es útil un poco de aguardiente para combatir el frío de la noche. En fin, es una fiesta, aunque haya desorden. Todos son ciudadanos, unos con permiso a excesos, otros destinados a conformarse y algunos a mostrar sumisión al poder oculto. Al final todos quedan satisfechos, pues la movilización no puede estar repitiéndose, salvo pueblos muy fiesteros.

No es poco, contratar jornaleros, camionetas extraurbanas, comprar camioncitos para colocar a los acarreados donde el piquete es insuficiente, premiar a los responsables con motonetas nuevas y a los auxiliares con gasolina para sus motos. Y conseguir, se repita hasta el cansancio, la palabra pacífico por comunicadores sociales. Comprometer a los alcaldes en la maniobra y dar órdenes terminantes a jefes policiales de no disolver a los piquetes. Ya cortaron el agua potable de la ciudad y abdujeron a los detonantes: la señora leguleya y el fiscal politiquero. ¿Permitirán los cantoneros y la sinodalidad la toma de posesión del binomio electo? Por ahora desorden, después llegarán préstamos y se creará la ilusión de un crecimiento económico. El capital financiero internacional gana, el Estado se endeuda y los ciudadanos en el futuro pagarán la cuenta del jolgorio.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.