El premio es un concurso que fue establecido en 1997 por el autor guatemalteco Mario Monteforte Toledo.
De acuerdo con los organizadores, durante la primera etapa, que se extendió hasta 2015, la fundación cultural con el nombre del escritor entregó un total de 18 reconocimientos a obras literarias destacadas de la región. No obstante, el premio volvió a surgir en 2021 bajo el comando de la Fundación Paiz.
Durante la premiación de este 2023 se dio a conocer que que el ganador de es el quetzalteco Martín Díaz Valdés, quien además de ser escritor, cuenta con una carrera como titiritero y artista visual.
La entrega del premio surgió meses después de la evaluación de un jurado conformado por los escritores nacionales Denise Phé-Funchal, Arnoldo Gálvez Suárez y Julio Serrano Echeverría.
Del total de plicas recibidas, un 59% fueron enviadas por autores guatemaltecos, 20% por salvadoreños, 10% por costarricenses, 6% por nicaragüenses, 4% por hondureños y 4% por panameños.
El reconocimiento a Díaz Valdés llegó luego de su postulación de El acto de los wayob, una novela que alcanza las 200 páginas y en las cuales su autor explora nociones sobre la forma de vida maya, así como la espiritualidad y la mitología mezcladas con eventos históricos de Guatemala.
De acuerdo con los integrantes del jurado, la novela ganadora del “memorables, complejos, moralmente ambiguos, confrontados con la oscuridad y el horror”.
Un extracto de El acto de los wayob puede leerse en este enlace.
Sobre el autor galardonado
Martín Díaz Valdés ha publicado los libros de poesía Hiedra (Premio Víctor Villagrán Amaya, Alianza Francesa de Quetzaltenango, 2009), Este mal (Catafixia Editorial, 2010) y Teúl (Editorial Cultura, 2021); el libro de cuentos Escolopendra (Editorial Cultura, 2014); y los libros juveniles El prodigioso de la montaña (Loqueleo, 2015) y Los cuatro de Tevián (Loqueleo, 2016).
Formó parte de los colectivos literarios Ritual y Metáfora. Desde estos espacios colaboró para la organización del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango de 2003 a 2009.
Ha sido invitado a lecturas de su obra y otras actividades artísticas y académicas alrededor de literatura en Chile, Cuba, República Dominicana, El Salvador, y Guatemala.
Como titiritero fue parte de la compañía Canícula de 2009 a 2012. Ese último año fue becado por la Fundación Muñecos por el Desarrollo como fabricante, manipulador y productor de programas infantiles de muñecos
animados.
Como artista visual desarrolló en 2014 el proyecto fotográfico en redes sociales Pienso en Árbenz con la colaboración del fotógrafo Alejandro Anzueto.
En 2019 participó en La Bienal en Resistencia, como parte de DAREX, (Dueto de Arte Experimental) con la obra Anti-Historia, en 2022 presentó la exposición pictórica Tohil en Casa No’j, Quetzaltenango y en 2023 expuso, junto con Alejandro Marré, Rasgos imaginarios en Catafixia Centro.
En 2018 fue reconocido con el Botón de Oro de la Casa de la Cultura de Quetzaltenango «Julio de la Roca». Actualmente trabaja como ilustrador editorial.