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Lo que implicaría la paz en el Medio Oriente

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No hay duda de que los Acuerdos de Abraham abrieron una luz de esperanza para iniciar una nueva era de paz. Israel y Arabia Saudita están cerca de un acuerdo histórico, según lo declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Bibi dijo que está a punto de culminar todo el proceso, que marcaría un punto de inflexión crucial en la paz histórica entre estas dos naciones.

' ¿Será que se está cumpliendo esta profecía bíblica?: “Cuando digan paz y seguridad, entonces vendrá el fin”.

Brenda Sanchinelli

Otro personaje en este escenario es Mohammed Bin Salman, un príncipe misterioso, heredero del reino de Arabia Saudita, que, aunque pertenece a la cultura islámica, también tiene una visión occidental y comprende la importancia de la paz. Salman ha diseñado el próximo reconocimiento de Israel y una alianza estructural entre el mundo árabe y Occidente como nunca antes existió, un acuerdo sólido de aquellos que buscan la estabilidad sin invasión o confrontaciones fanáticas. Cada vez parece estar más cerca un cambio de época que involucra no solo al Medio Oriente, sino al mundo entero. Hasta ahora no se había hablado de un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, que iniciará en 2024.

El otro protagonista es Joe Biden, como mediador, quien, junto a Netanyahu, ofreció una conferencia de prensa antes de una reunión que sostuvieron en New York, señalando la naturaleza excepcional del momento. La idea de normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita era un hecho impensable, lo que haría de este acuerdo un éxito sin precedentes para los actores. Ya que podría poner fin al conflicto árabe-israelí, logrando una reconciliación entre el mundo islámico y el estado judío, y además promovería la paz entre Israel y palestina.

Una normalización entre las relaciones de estos dos estados rediseñaría radicalmente el Medio Oriente, reuniendo formalmente a dos importantes socios estadounidenses frente al enemigo común, Irán. También sería un gran golpe de política exterior para el presidente Biden. Washington tiene todo el interés en un acercamiento diplomático entre Riad y Jerusalén porque podría implicar garantías de seguridad en las relaciones con la monarquía petrolera. Sobre todo, una pacificación de las relaciones entre los dos países constituiría el primer paso hacia una distensión del conflicto árabe-israelí, uno de los problemas mundiales más históricos y duraderos. Un primer paso al que se podrían añadir varios países árabes y musulmanes, que seguirían el camino de los saudíes, para normalizar sus relaciones con el mundo judío.

Los incentivos para alcanzar un acuerdo de esta magnitud se han agudizado. Ya que para Arabia Saudita es importante forjar una alianza estratégica con EE. UU., para una relación en materia de seguridad, incluyendo un pacto de defensa más formal, debido a la amenaza latente que implica el programa nuclear de Irán para toda la región. Arabia Saudita es quizás la pieza más importante del panorama, y la normalización de las relaciones con Israel podría representar un giro pragmático hacia un nuevo orden geopolítico, basado en relaciones constructivas y a largo plazo.

Los tres líderes involucrados en este proceso saben que tienen que tomar algunas medidas muy complicadas, y eso obviamente incluye algunas cuestiones relacionadas con el conflicto tradicional, entre israelíes y palestinos, y que Israel deberá hacer algunas concesiones, incluso con el territorio.

Aunque eventualmente se establecerá la paz en esta región tan conflictiva, y ha sido una profecía esperada por siglos. Es importante leer entre líneas y comprender que esta ansiada “paz” no será duradera, ni tampoco real, sino el inicio de un doloroso cambio global que se viene para todo el mundo.

ESCRITO POR:
Brenda Sanchinelli
MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.