El 27 de septiembre ocurrió un nuevo caso que alertó a las autoridades porque los patrones que reveló la mujer víctima de 51 años son parecidos a anteriores denuncias recibidas en el MP y la PNC.
La mujer fue abandonada en la 21 avenida y 3a calle de la zona 1 capitalina. En ese lugar fue asistida por elementos de la 4a compañía de Bomberos Voluntarios, quienes la llevaron a un hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) donde fue atendida por múltiples golpes en el cuerpo y rostro.
Habría sido agredida por tres desconocidos
La versión de la mujer que fue documentada por agentes de PNC detallan que fue agredida por tres desconocidos en el interior de un vehículo al que identificó como taxi. Según la mujer lo había parado en la ruta para trasladarse a hacer unas diligencias.
Sin embargo, en el camino, fue abordada por otros sujetos que la despojaron de sus pertenencias. La mujer, aparentemente opuso resistencia y fue por ello que la golpearon. Luego de esto la dejaron abandonada en el punto donde fue atendida por Bomberos Voluntarios.
El caso está bajo investigación, según fuentes de MP y PNC, y buscan establecer si a esta mujer la llevaron a un cajero o contaba con efectivo del cual despojaron.
Esta denuncia le ven una relación por los hechos que contó la víctima. Abordar un taxi no rotulado, tipo sedán, muchas veces polarizado, iniciaban el viaje y cuadras más adelante se suben entre dos y tres cómplices y comienza la pesadilla del pasajeros.
Nueva modalidad de robos
El fiscal contra el secuestro del MP, Freddy Santos, ha indicado a Prensa Libre que las denuncias que han recibido coinciden en que la víctima aborda la unidad ilegal en la calle, comienza el recorrido y más adelante se suben de dos a tres personas más y las golpean, les exigen dinero, tarjetas de débito para retirar en cajeros o, en otra modalidad, les obligaban a pedir dinero a amigos, compañeros de trabajo o familiares, por transferencias electrónicas”.
El último caso formal que habían recibido en la fiscalía fue el 2 de septiembre, pero ahora se suma este el cual lo analizan en la mesa multidisciplinaria que conforman dependencias del MP y el Ministerio de Gobernación y desde donde intentan ponerle fin a los secuestros exprés en taxis piratas que operan en la Ciudad de Guatemala.
En redes sociales, a partir de que se evidenció este hecho, usuarias de las red X, antes Twitter, denunciaron que han sido objeto de al menos cuatro hombres que conducen taxis piratas alrededor de centros comerciales que están sobre la calzada Roosevelt.
Con golpes en diferentes regiones del cuerpo, fue trasladada una mujer hacia el seguro social de accidentes, luego de que fuera agredida por desconocidos en el interior de un vehículo; el incidente ocurrió en la 21 avenida y 3 calle zona 1. #CVBalServicio pic.twitter.com/qhJISo8QpG
— Bomberos Voluntarios (@BVoluntariosGT) September 27, 2023
Geográficamente la mesa multidisciplinaria ha mapeado como zona de incidencia las zona 1, 5 y 10, así como las calzadas Roosevelt, San Juan, Atanasio Tzul, avenida Petapa y El Trébol.
La teoría es que los grupos que operan no tienen conexión entre sí, hay unos más fuertes que los otros, y tampoco los relacionan con la pandilla del Barrio 18 o la Mara Salvatrucha. Estos clanes, que oscilan entre tres y cinco, operan principalmente en la Ciudad de Guatemala, revela el análisis oficial.
Estos taxis piratas, según cuenta Santos, son los mismos que ofrecen el servicio colectivo en horarios en que las personas se desplazan a sus labores cotidianas. Delinquen, agrega, entre las 11 y 12 horas, y las 22 y 24 horas, cuando ya no funcionan como colectivos. Por ahora no han recibido denuncias de casos en Mixco y Villa Nueva, donde la PNC si ha registrado algunos casos.
El perfil de los denunciantes sobre hombres y mujeres entre los 22 y 35 años. Hasta ahora ninguna víctima ha sido asesinada. Los casos que poseen e investigan son de privación de libertad, agresión sexual o solicitar canje para quedar libres.
Los vehículos que han intervenido en los secuestros exprés no superan los diez. Las víctimas han pagado por obtener su libertad hasta Q5 mil. Las víctimas son escogidas al azar. En el caso de las aplicaciones de taxis solo reportan un caso en el que un hombre abordó mediante un engaño.