A CONTRALUZ
Los comicios más cuestionados
Estamos a dos días de que se celebren las elecciones más cuestionadas desde el retorno a la civilidad en 1985. Este ha sido un proceso electoral manchado por los abusos de poder del presidente Alejandro Giammattei, que ha utilizado al Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como a la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad para decidir quiénes no podían participar. Con artimañas legales expulsaron del juego electoral a Carlos Pineda, Thelma Cabrera y Roberto Arzú, quienes, de una manera u otra, podían afectar sus intereses y privilegios. El resultado es que los cuatro candidatos que encabezan las preferencias electorales, de acuerdo con la encuesta de Prensa Libre, no son una amenaza para el poder de la alianza corrupta que controla las estructuras del Estado, ni de las élites económicas. El síntoma de rechazo ciudadano a esta descarada manipulación es el aumento del voto nulo, que subió del 6.3% en abril a 13.5 en junio.
' La encuesta de Prodatos revela la desconfianza de la ciudadanía a las artimañas del TSE y las cortes en estas elecciones.
Haroldo Shetemul
Según la encuesta de Prodatos publicada por este medio, ninguno de los contendientes alcanza la mayoría absoluta para triunfar en la primera vuelta, por lo que se espera una segunda ronda. Sandra Torres encabeza los sondeos con una intención de voto del 21.3%, seguida por Edmond Mulet, con 13.4%. De confirmarse tal tendencia, entre estos dos aspirantes se disputaría la Presidencia el 20 de agosto próximo. Tras la salida forzada de Carlos Pineda, quien llegó a alcanzar una preferencia del 23.1%, esa intención de voto se ha diluido en la mayoría de candidatos, a excepción de Zury Ríos. Torres subió de 19.5% en abril a 21.3% en junio, mientras que Mulet subió de 10.1% en abril a 13.4% en junio. En el caso de Ríos la tendencia ha sido a la inversa: en abril tenía 9.2% y descendió a 9.1% en junio. Si bien no se puede descartar un cambio en las preferencias, esta última tendría su participación cuesta arriba porque su candidatura no despega.
En el escenario de una eventual segunda vuelta, Torres tendría los pronósticos más adversos, tanto si el contendiente fuera Mulet como Ríos. Se podría reeditar lo ocurrido en las dos últimas elecciones, cuando se enfrentó a Jimmy Morales, 2015, y Alejandro Giammattei, en 2019, en las cuales fue derrotada. La razón es el alto nivel de antivoto que genera esta presidenciable: 41.4%, mientras que Ríos, 15.9%, y Mulet, 5.7%. Ahora bien, quien quiera que sea el futuro presidente o presidenta del país tendrá dificultades para gobernar porque no tendrá el control del Congreso, lo cual significa que deberá negociar con las distintas bancadas. Ese problema se acentuaría si el vencedor fuera Mulet o Ríos, ya que tendría una bancada parlamentaria débil. Tendría tropiezos para impulsar su programa político, a menos que haga concesiones del contenido o acuda a la compra de diputados, como lo ha hecho Giammattei.
La encuesta revela que la población no ve con buenos ojos la manipulación de que ha sido objeto este proceso electoral. De los entrevistados, el 75% dijo que no cree que el evento ha sido limpio y transparente. La gente también tiene claro quiénes han sido responsables de esa situación negativa: El 66% de encuestados afirmó que el TSE no ha hecho una buena labor y el 76% tampoco considera que las cortes de justicia hayan sido limpias ni transparentes en sus fallos sobre el proceso electoral. Esa desconfianza se traslada a los comicios que se celebrarán el próximo domingo porque el 70% no estima que vayan a ser limpios y transparentes. Esas sospechas aumentan cuando personas como Miguel Martínez, amigo del presidente Giammattei, revelan que el diario The New York Times lo investiga a él porque supuestamente habría entregado paquetes de dinero a los magistrados del TSE. De confirmarse tal hecho, implicaría que este gobierno ha comprado la voluntad de esos magistrados de la forma más burda.