La cooperación de la ONU hacia el país en ese periodo estuvo enfocada en cinco ejes: desarrollo económico, desarrollo social; paz seguridad y justicia, instituciones sólidas y medio ambiente.
En total, las 30 agencias, fondos y programas de la ONU qué funcionan en el país implementaron 138 programas que beneficiaron de forma directa a 320 mil personas, el equivalente a 20 mil 704 hogares. Además, de forma indirecta se impactó a más de millón de guatemaltecos.
El eje de desarrollo social fue el que más cooperación recibió, Q155 millones, puntualiza el informe.
Miguel Barreto, coordinador residente del Sistema, enfatizó qué todas las actividades que desarrolla ONU en el país responden al “marco de cooperación bilateral firmado entre Naciones Unidas y el Estado guatemalteco y que, por lo tanto, expresa “la voluntad soberana” de los guatemaltecos.
Añadió qué la ONU acompaña al país en sus prioridades, acompaña el desarrollo de políticas públicas y da asistencia técnica, en especial, durante emergencias climáticas.
Sin embargo, puntualizó Barreto, también acompañan a Guatemala en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, por ejemplo, el respeto de los derechos humanos.
A la actividad asistieron varios funcionarios de Gobierno, entre ellos, el canciller Mario Búcaro, quien destacó que Guatemala es un socio fundador de las Naciones Unidas y que su funcionamiento se debe, en parte, a las contribuciones que salen de los impuestos de todos los ciudadanos.
Por su parte, Keyla Gramajo, secretaria General de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) indicó que la “histórica relación de amistad entre la ONU y Guatemala” ha sido vital para la ayuda que ha recibido el país cada vez que la ha necesitado, y resaltó que la cooperación va de la mano con las prioridades de país que ha definido el Gobierno.
Menos cooperación
No obstante, Gramajo señaló que ha habido una disminución de la cooperación que ha recibido Guatemala desde que el país fue clasificado por el Banco Mundial como una nación de renta media alta.
La funcionaria explicó, a manera de ejemplo, que del 2013 al 2015 la ayuda extranjera fue de US$362 millones, mientras que del 2019 al 2021 bajó a US$127 millones.
Dijo que las naciones desarrolladas han pasado de un discurso de “ayuda para el desarrollo, a financiamiento para el desarrollo”, con el cual estos países ricos le dicen a Guatemala que debe liderar su propio desarrollo al haber cumplido ya ciertos compromisos.
Por tal razón pidió al coordinador de ONU en Guatemala que “alce la voz” para seguir posicionando el mensaje de que “Guatemala todavía necesita el financiamiento para el desarrollo para poder cumplir con la agenda 2030”.
En la clausura de la actividad, Barreto se refirió al proceso electoral guatemalteco y puso a disposición de quien resulte ganador las agencias, fondos y programas de Naciones Unidas para fortalecer la institucionalidad pública, modernizar el servicio civil e incrementar los esfuerzos en la lucha contra el hambre, la pobreza y desigualdad, para lo cual será necesario conversar sobre la continuidad de políticas que han tenido éxito y merecen continuar.
“La transición después de la primera y segunda vuelta marcará ese aprendizaje responsable que merece la sociedad guatemalteca y el compromiso de Naciones Unidas es acompañarlos”, refirió Barreto.