El olvido del urbanismo medioambiental y funcional en Guatemala fue no considerar la estructura urbana que conduce a la relación entre el interior, el espacio y las distintas partes que componen una ciudad, la relación urbana desde el punto de vista espacial, como lo económico y social de las partes que componen y el tipo de ciudad que se pretende.

Esto lleva a elegir la mejor estructura organizacional que permita que las personas se puedan trasladar sin problemas a las zonas residenciales con tiendas, oficinas, parques y otros usos y vías de circulación de diferente tipo.

En la relación dentro de una estructura regional se requieren ciertos tamaños y formas, por lo que se hace importante contar con una buena planificación urbana con vías peatonales y según los tipos de movilidad.

Tenemos el tipo de vías urbanas, y calidad del subsuelo, que influyen en el uso de la tierra y del espacio, comenzando por un grupo de viviendas dispuestas de un modo organizado, que a medida que crecen la estructura urbana cambiará en forma, uso y densidad y principales actividades económicas, terciarias y secundarias, que movilizan la economía y desarrollo de la región y el país.

El propósito de nuestra comunicación fue examinar la transformación física y de los movimientos urbanos en el contexto de la globalización y su impacto en los procesos de producción urbano.

Consideramos que la ciudad constituye a la vez el escenario y el producto de las relaciones sociales que en ella se desarrollan y en este sentido no se puede separar el análisis de los movimientos urbanos de la teoría urbana.

Finalmente, la estructura urbana es la forma en la disposición de un asentamiento, como el tipo de carreteras, vías de circulación y un subsuelo que modifica el uso de la tierra y la altura de los edificios y la ubicación de las edificaciones.

En la escala residencial, las viviendas se diseñan según las proporciones de los espacios en alto y ancho, entre estas generan un control sobre el espacio donde se realizan las actividades, como pasillos, escaleras, circulaciones, terrazas y balcones que definen su presencia, donde la configuración del espacio determina las actividades que se desarrollan.

Hay muchas formas en las que las ciudades se disponen, y están organizadas en el plan definido: “trazado en damero”, que es el tipo de planeamiento urbano en que se organiza una ciudad mediante el diseño de sus vías y el manejo de sus densidades y alturas.

En el siglo XXI, más planificadores están tomando en cuenta las áreas naturales y el medioambiente, su mantenimiento y conservación, mientras que otros, en conjunto con ingenieros y arquitectos, están abogando por el uso de materiales que aprovechen las condiciones geográficas de la ciudad.

Los conjuntos habitacionales muchas veces son los lugares adecuados para albergar actividades encargadas de tejer la trama urbana y consolidar los barrios y la economía. La vivienda sigue siendo el componente principal de la estructura urbana. El tejido residencial conforma el espacio público, define los lugares de actividad que les da asiento a los usos del suelo con la vida de los ciudadanos.

Por lo tanto, es importante proyectar conjuntos habitacionales que logren establecer un vínculo con su contexto. Por esto aparecen los elementos urbanoarquitectónicos como el espacio público, que permite unas genialidades entre conjunto y una trama urbana ambientalmente perfecta, según el balance de la cumbre del clima de Glasgow.