Ayer en radio Concriterio se difundió un reportaje sobre la realidad chiquimulteca con respecto al proceso electoral, como en nuestro país la amnesia es peste y el escándalo de hoy se olvida por el de mañana, es incomprensible la degradación institucional en aquel departamento, el cual se había caracterizado por la difusión de la cultura y las tradiciones.

Hace unos meses un ciudadano conocido como el Canche Heredia hizo público un video en el cual llegaba armado a una estación policial, increpaba a policías y los mandaba a no digo donde. Luego se supo que a los días se giró una orden de captura, él fue llevado a tribunales y así todo terminó saliendo luego de una corta declaración. Esta situación mostró cómo se respeta la ley y el derecho por aquellas tierras.

El Partido Cambio, la agrupación de Manuel Baldizón y su familia postuló para diputado a Tres Kiebres, siendo este ya su nombre oficial, y al parecer puntea en las preferencias. El personaje, como alcalde de Ipala, fue acusado por el Ministerio Público por delitos ligados al narcotráfico por una solicitud de los Estados Unidos y además existe acusación por asesinato. A la fecha no hay magistrado para conocer del antejuicio y el procedimiento está parado. El miedo es atroz.

Solo estos dos casos sirven para comprender el miedo de jueces y fiscales en Chiquimula si pretenden gestionar su trabajo con independencia y apego al derecho. El enfermizo centralismo capitalino produce en algunos departamentos el reino de un caudillo del miedo y del crimen.

¿Puede Chiquimula con un sistema de justicia tembloroso de miedo garantizar legítimas elecciones? Además, en el mismo reportaje radial se denunció como las Juntas Electorales Municipales fueron integradas, en buena parte, con personas afines a determinados candidatos.

El Instituto Normal de Varones de Oriente (INVO) fue fundado en 1873 y el Instituto Normal de Señorita de Oriente (INSO) fue fundado en 1887, ambos en Chiquimula porque se consideró que de dicha ciudad y departamento debía irradiar la educación y cultura al oriente del país, hoy vemos como ni la Corte Suprema de Justicia y menos la Fiscal General ponen énfasis en la protección a su propio personal en aquellas tierras reinando la ley del más fuerte.

Chiquimula no es ninguna excepción, de seguro hay otros departamentos iguales o peores, pero acá tocamos este caso por el abordaje periodístico mencionado, sobre todo cuando Tres Kiebres y Boris España, los candidatos favoritos, se esconden de la prensa para no dar declaraciones.

Humberto Porta Mencos, sin duda el escritor chiquimulteco más renombrado, bien nos dejó dicho en su Eterna Tragedia: La historia es un libro/ lleno de Césares criminales, / amantes de los puñales, / del cadalso y del veneno. / Nace el hombre y nace bueno, / crece y le entra la ambición; / le pierde la adulación, / si es rey, o jefe de Estado, / y en cualquier puesto elevado / se encallece el corazón.

La Eterna Tragedia no debe ser nuestra sentencia, sino nuestro empuje para cambiar estas estructuras de terror incrustadas por la omisión o incluso acción de quienes ejercen el poder público y termino estas letras con la reflexión de don Eduardo J. Couture, jurista uruguayo de nacimiento, pero universal por su legado: “De la dignidad del juez depende la dignidad del derecho. El derecho valdrá en u país y en un momento histórico determinados, lo que valgan los jueces como hombres. El día en que los jueces tienen miedo, ningún ciudadano puede dormir tranquilo”.

No es justo condenar a propósito a una juventud al miedo y menos aún a ser regidos por el crimen.