El plan de la administración demócrata, encabezada por Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, vio la luz el 2 de febrero de 2021, cuando se aprobó la orden ejecutiva de su creación.
Cuenta con cinco pilares: inseguridad económica y desigualdad, gobernanza y lucha contra la corrupción y promoción de los derechos humanos y de la libertad de prensa. Además, el combate a las extorsiones, crimen organizado y a la violencia en general.
Harris, incluso, visitó Guatemala en una muestra de voluntad política para echar a andar el plan y que no ocurriera lo que había sucedido años antes con el fallido Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte (Paptn).
Sin embargo, la Iniciativa Causas Raíz, un conglomerado de organizaciones integrada por sectores religiosas, civiles y especialistas en temas migratorios de EE. UU. México y Centroamérica, presentó un informe en el que detalla varias falencias que no han permitido el avance de la estrategia.
Democracia y estado de derecho
La organización, refiere el informe, cuestiona la respuesta que EE. UU. ha dado a lo que consideran el desmantelamiento de los logros democráticos durante el Gobierno de Alejandro Giammattei, y creen que la administración Biden-Harris “envía mensajes contradictorios”, ya que a la vez que ha emitido críticas sobre la corrupción en Guatemala “no hay consecuencias” serias para los actores señalados y por el contrario sigue con los acercamientos con el gobierno guatemalteco.
Además, opinan que EE. UU. está dispuesto a ignorar el debilitamiento del estado de derecho a cambio de que Guatemala implemente acciones para contener la migración irregular.
También critican que las sanciones se han limitado a la cancelación de visas y hay pocas de carácter económico, y que no se ha sancionado a nadie del círculo cercano de Giammattei.
Desarrollo económico
En cuanto al ámbito económico la Iniciativa Causas Raíz insiste en que los recursos que invierte en Guatemala la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid) no han sido orientados adecuadamente.
Considera que es necesario que se cambie el modelo de cooperación y que los fondos ya no se ejecuten primordialmente a través de contratistas estadounidenses con fines de lucro y que se redirija hacia entidades locales y organizaciones comunitarias que tienen un enfoque más claro de prioridades y modelos de intervención.
“Para contribuir al cambio sostenible, Usaid debe comprender y respaldar el trabajo que muchas organizaciones locales cívicas y religiosas en Centroamérica ya están haciendo para crear una rendición de cuentas del gobierno y cambiar los sistemas y las estructuras que impulsan la migración”, detalla el informe.
Asimismo, se refiere al “Llamado a la acción” de la vicepresidenta Harris, proyecto mediante el cual se atraerían multimillonarias inversiones privadas de grandes transnacionales a Centroamérica. Dichos compromisos, según el ofrecimiento, alcanzarían los US$4 mil 200 millones y generarían más de 33 mil empleos.
Sin embargo, las organizaciones lamentaron que del total de los 56 proyectos dados a conocer solo uno se refiere a aumentar la transparencia y rendición de cuentas de los gastos del gobierno.
También señala que la iniciativa “carece de transparencia e informes detallados”, tampoco tiene un cronograma de las inversiones ni un mecanismo que permita a las organizaciones monitorearlas. Aseguran que el Gobierno de EE. UU., incluso, ya anunció el desembolso de un préstamo bancario de US$100 millones de los cuales, afirma, no han hallado información.
En cuanto a las visas de trabajo, indicaron que el número ha crecido, aunque sigue siendo insuficiente. Así, el número de trabajadores que recibieron permisos temporales pasó de 11 mil, en 2021, a casi 20 mil, en 2022, cuando se requieren como mínimo, 50 mil.
La migración no espera
Y mientras se debate acerca de la funcionalidad de la estrategia, los guatemaltecos continúan el éxodo imparable hacia EE. UU. En los últimos cuatro años y medio la Patrulla Fronteriza registra la detención de 918 mil 516 guatemaltecos en la frontera sur de EE. UU.
La migración es más dramática en cuanto a menores de edad puesto que solo en 2022 fueron detenidos 60 mil 780 menores no acompañados, una cifra histórica que convirtió a Guatemala en el país que más expulsa a sus niños y adolescentes.
Guillermo Díaz, coordinador del área de Investigación Económica de la Universidad Rafael Landívar, expuso que el número de visas de trabajo otorgadas más las plazas de trabajo que generarían las inversiones privadas en la región generarían 42 mil empleos directos, una cifra notablemente inferior al total de personas que cada año migran desde los países del Triángulo Norte de Centroamérica a EE. UU.
Díaz añadió que “el problema de la migración es complejo” porque existen factores de expulsión en los países de origen, pero también de atracción en EE. UU. Por lo tanto, la solución no la ve en el corto plazo “como se concibe en la estrategia del gobierno estadounidense”.
La solución, subrayó, “pasa por un proceso de cambio social en los tres países que es un cambio de largo plazo, porque implica educación, inversiones, cambio en el imaginario social sobre la migración, entre otros aspectos”.
Por tal razón, avizoró el especialista, la Estrategia de abordar las causas profundas de la migración “tendrá resultados similares al Plan Alianza para la Prosperidad”, es decir, no reducirá la migración irregular, porque se mantienen los factores de expulsión y atracción en Centroamérica y EE. UU.
