La familia Chox Tambriz espera la ansiada noticia después de la tragedia: la repatriación del cuerpo de Manuel Alexander.
Lejos de la capital guatemalteca, a unos 163 kilómetros, parientes y amigos del joven concurren en la casa de la familia para expresar su solidaridad y el pesar por su muerte.
Desde hace nueve días en esa vivienda de block se reciben las visitas. En la cocina mujeres y hombres preparan tamales de masa y caldo de res, mientras que para el refresco hay pinol. Todo sea para despedir al joven víctima.
En la pared de un corredor de la casa se exhibe la fotografía de Manuel Alexander y su madre, Catarina Tambriz, por ocasiones se para a contemplar su rostro.
El joven salió el 19 de marzo último y el 25 de ese mismo mes llamó a su madre y le confirmó que había sido detenido por agentes de Migración de México, pero que había rumores de que los dejarían salir pronto. Dos días después murió en el incendio.
El padre de Manuel Alexander está en Estados Unidos desde hace 15 años y con él se encontraría en territorio estadounidense para empezar el sueño americano.
El graduado
La familia Chox Tambriz aseguró que el joven se graduó de bachiller en computación desde hace tres años, pero nunca logró encontrar un trabajo.
Su padre desde hace 15 años envía remesas, y pese a ese apoyo aún faltaba la realización del joven, quien no vio opciones de desarrollo en Nahualá y decidió migrar.
No es el único graduado en Patzité, aldea con mil 700 habitantes, y con maestros, peritos contadores y bachilleres desempleados, o en el mejor de los casos, ganando Q50 diarios en labores de agricultura.
Las otras víctimas mortales de Nahualá son Francisco Javier Sohom Tzoc, Gaspar Josué Cuc Tzinquin y Marcos Abdon Tziquin Cuc, ellos viven en aldeas en el área de boca costa de ese municipio.