Esas condiciones son perjudiciales para poblaciones que subsisten de la agricultura familiar, lo que agudizará la crisis alimentaria, pero también ponen en riesgo la disponibilidad hídrica. La escases de agua para el riego, la generación de energía y el consumo humano es un escenario que se debe considerar.
El científico Enrique Pazos, quien analiza el clima en el país, indica que un invierno con menos precipitaciones tendrá consecuencias negativas en la producción agrícola y esto encarecerá los alimentos. Si bien lloverá menos, cada evento lluvioso puede ser intenso y las inundaciones y otros incidentes pondrían en riesgo a poblaciones en áreas vulnerables.
El último período del Niño ocurrió entre 2014-2016, en esos años el hambre asechó a poblaciones rurales.
¿Los cambios en el clima que estamos viendo son señal de la presencia del fenómeno del Niño en Guatemala?
El Centro de Predicción del Clima de Estados Unidos emitió a principios de marzo un comunicado donde anunciaba la finalización de La Niña. Esto sucede cuando la temperatura del Océano Pacífico medio ecuatorial deja de ser fría y empieza a calentarse. Los patrones del estado del tiempo, como algunas lluvias que se han dado en los últimos días, todavía no son una indicación del Niño, sino más bien frentes fríos que han pasado por nuestro país. Esto lo apreciaremos al inicio de la época lluviosa.
¿Qué factores favorecen la aparición del fenómeno del Niño?
El Niño es la fase cálida del fenómeno conocido como la Oscilación del Sur de el Niño. Durante el Niño el océano Pacífico ecuatorial medio tiene aguas cálidas, mientras que, durante la Niña las temperaturas son más frías que el promedio. Durante el Niño los vientos que soplan hacia el Este pierden fuerza, lo cual debilita la corriente oceánica que transporta agua fría desde el Sur a lo largo de la costa de Sudamérica. Cuando la corriente se debilita se acumula calor en el océano Pacífico Occidental.
El fenómeno de la Niña causó serios estragos en el país, ¿qué efectos tendrá el Niño en el territorio nacional?
La Niña está asociada con una época lluvia más intensa y una formación más frecuente de tormentas tropicales en el océano Atlántico. Los efectos del Niño son a la inversa. En años en los que se manifiesta el Niño hay menos tormentas tropicales en el Atlántico tropical y menos lluvias durante la época lluviosa. Esto implica que la canícula podría durar más y la época lluviosa puede traer menos lluvia que el promedio.
¿Estamos preparados para lo que podría ocasionar el fenómeno del Niño en Guatemala?
Los efectos más serios de una sequía están en la producción agrícola. Un invierno con poca lluvia tendrá consecuencias negativas en la producción y la consecuente escasez que encarece los bienes. No podría decir si estamos preparados o no, como suele ser en nuestro entorno, es probable que la respuesta sea negativa.
¿La presencia del fenómeno del Niño agudizará la crisis alimentaria que ya se vive en el país?
Definitivamente. Menos lluvia repercute en la cantidad de producción de alimentos. Adicionalmente, el calentamiento global tiende a hacer que los patrones de lluvias sean intensos y cortos. Es decir, que una combinación de El Niño con calentamiento global nos puede traer menos lluvia en total, pero cada evento lluvioso puede ser intenso y derivar en inundaciones. También deberíamos estar preparados para eso.
¿Cómo debe prepararse el país antes un escenario de menos lluvias?
En cuestiones de escasez de agua deberíamos ir desde adoptar un uso más consciente del agua: reparación de fugas, baños ahorradores de agua; hasta infraestructura como colectores de agua de lluvia o represas.
Se han dejado sentir días más calurosos ¿hasta qué niveles puede llegar la temperatura en el país?, ¿qué tan perjudicial puede ser esto?
El Niño por lo general hace que las temperaturas globales sean más altas que el promedio. A esto debemos sumar los efectos del calentamiento global por emisión de gases de efecto invernadero que hemos creado los humanos. El resultado de ambos puede manifestarse como olas de calor más largas e intensas de lo usual. En varias partes del mundo se han roto los récords de temperaturas máximas, podría ser que podamos experimentar algo similar. Las áreas más propensas a sufrir una sequía son las que pertenecen al corredor seco.
¿Cuánto tiempo durará el fenómeno del Niño?, ¿puede prolongarse como sucedió con la Niña?
El período de duración de una fase de el Niño o la Niña va desde un año hasta 3 años, aproximadamente. El último Niño intenso duró 2 años (2014-2016) y antes de ese tuvimos el de 1997. El más reciente fue en 2018 pero fue menos intenso. Según los datos, pareciera que el Niño no ha durado más de dos años.
-
Las lluvias serán menos
Claudio Castañón, miembro de Agua Consulta, menciona que a partir de julio-agosto aumenta la probabilidad del desarrollo del fenómeno del Niño en el país, y el año terminará con esas condiciones. Las lluvias serán menos y habrá canícula extendida.
Durante una conferencia trasmitida el pasado martes en Facebook, el ingeniero mencionó que el fenómeno de la Niña concluyó, cuando esto sucede no necesariamente se da una transición inmediata al fenómeno del Niño. La mayoría de los modelos de predicciones definen que las condiciones actuales son neutras, cuya fase no tendría mayor consecuencia en la variación climática, el cambio se verá en los próximos meses.
“Se define que existe un fenómeno del Niño cuando las anomalías de temperatura -de la superficie del mar- superan los .5 grados en un período de tres meses en forma consecutiva”, dice. Fue en el 2015 cuando se registró uno de los más intensos con un registro cercano a 2.2 grados Celsius.
Menciona que el fenómeno en promedio se puede repetir entre tres y siete años, y siempre hay diferencias en magnitud y en duración.
Walter Bardales, también de Agua Consulta, refiere que las ocho regiones climáticas en que se divide el país se verán afectadas por menos lluvia. En el altiplano central, por ejemplo, este comportamiento será más marcado en el trimestre de agosto, octubre y noviembre.
“Esto impacta en los sistemas productivos, la mayor parte de la agricultura de Guatemala depende de las lluvias, al disminuirse la cantidad tenemos mayor probabilidad de que los cultivos sufran estrés hídrico, lo que traerá una disminución en la producción, aumento en el desarrollo de plagas, y un impacto en la parte de seguridad alimentaria de nuestros poblados, y un impacto en la economía”, indica, y dependiendo de que tan severo es el déficit hídrico se puede pasar de una sequía meteorológica a una hidrológica.
Mientras que la primera canícula regularmente ocurre en julio y la segunda en las primeras semanas de agosto, cuando el fenómeno se presenta, generalmente estas se funcionan y generan un período prolongado de menos lluvia.
Para agosto el Niño puede generar sequias a nivel nacional, por lo que Castañón y Bardales sugieren estar alertas ante este comportamiento principalmente en las poblaciones más vulnerables.