¿Cuál fue la razón que llevó a estas personas a agruparse?, según se ha observado, fueron razones sociales y económicas. Determinadas actividades exigen la cooperación de un elevado número de personas que tienen que vivir cercanas para desempeñarlas.
De manera que el ser humano requiere de vivir en ciudades, compartiendo el espacio y movilidad. Lugares en donde se produzcan necesidades de abastecimiento y satisfacción a múltiples requerimientos en los que pueda encontrar oportunidades para vender su fuerza de trabajo o la demanda necesaria para vender sus bienes y productos.
Durante el verano pasado, el equipo del Guggenheim BMW Lab se reunió en Berlín, a lo largo de 33 días, para dilucidar al menos cien tendencias en torno al futuro urbano. La principal conclusión de esta experiencia fue que existe un cambio significativo en relación con los estudios anteriores sobre inercias citadinas.
A diferencia de años anteriores, ahora el enfoque ya no se concentra en la infraestructura sino que hay un vuelco hacia el bienestar común proyectado en el estilo de vida de sus habitantes, una especie de ‘humanización’ de las dinámicas urbanas. Precisamente este bienestar común es el que originalmente dio sentido al hecho de vivir agrupados en ciudades —a pesar de que muchos de nosotros parecemos haberlo olvidado—.
Partiendo de estas consideraciones, en la Asociación de Profesionales Valuadores (Arova) realizamos una encuesta de opinión respecto de algunos lugares de nuestra ciudad y en esta ocasión nos enfocamos en el predio ubicado entre la 2a. y 6a. avenidas, entre la 4a. y 6a. calles de la zona 10, antiguo Hospital Militar, hoy Estado Mayor de la Defensa, donde existe un terreno de unas 7.5 manzanas propiedad del Ministerio de la Defensa, cuyo uso del suelo puede ser eventualmente modificado, ya sea que lo den en venta, cambio o alquiler a otra institución o entidad. En tal sentido, quisimos saber la opinión de los miembros respecto del máximo uso y mejor aprovechamiento que dicho inmueble podría tener en función de las tendencias, crecimiento, etcétera, tanto del sector como de las condiciones actuales de la Ciudad de Guatemala.
Se preguntó sobre el mejor uso comercial y el 50% se inclinó por edificios de apartamentos, el 28% mencionó una mezcla tipo Cayalá y el 22% en uso hospitalario.
En cuanto a un probable uso institucional, el 57% se inclinó por un centro financiero internacional, el 22% para un parque público, el 14% para la SAT y el restante 7% para el Ministerio de Gobernación.
Para un probable uso educativo, el 58% apoyó una propuesta de un tecnológico de alto nivel, el 22% para otro uso, el 15% para la Universidad de San Carlos y el 5% para un centro de varias universidades privadas.
De acuerdo con estas respuestas, pareciera que un mejor uso estaría en un Tecnológico de alto nivel, con edificios de apartamentos y un Centro Financiero Internacional.
La mayoría también pensó en que es necesario contar con más espacios públicos tipo parque natural, de por lo menos 1 manzana de tamaño, independiente del área verde de cada resto del uso arriba indicado.
En cuanto al uso de embajadas, ministerios, oficinas estatales y otras oficinas públicas, algunos opinaron sobre el inconveniente de protestas y entorpecimientos vehiculares que afectarían la movilidad del sector.
Lo más importante de estas opiniones es que la mayoría pensó, al igual que las conclusiones del equipo Guggenheim BMW de Berlín, en el bienestar común proyectado al estilo de vida de los habitantes, sobre todo en cuanto a la apertura de los espacios públicos, en la vivienda dentro de la ciudad, y en la humanización de nuestras actividades diarias asociadas a la educación y al comercio, como parte de la razón original de tratar de vivir agrupados en sociedades.
Interesados en el curso de Avalúos para ser Valuadores Autorizados pueden inscribirse en el Colegio de Ingenieros, con Andrea 2383-5500, iniciamos el sábado 6 de junio.
¿Dudas?