“El potencial minero de la región se refleja en el hecho de que el año pasado captó el 27 % de los presupuestos para la exploración”, agregó Blanco, al recordar que una gran parte del territorio latinoamericano aún no ha sido explorado y tiene un gran potencial.
La región tiene también 229 proyectos comprometidos con un promedio de inversión de 780 millones de dólares (572 millones de euros), lo que equivale al 29% de los proyectos comprometidos en el ámbito mundial.
A pesar de los problemas particulares de cada país, como la minería ilegal en Colombia o la conflictividad en Perú o los marcos legales, Blanco invitó a las empresas australianas a hacer una mayor apuesta al otro lado del Pacífico.
“El sector minero latinoamericano tiene tanto que ofrecer y es tan compatible con las fortalezas de las empresa mineras y de servicios de equipos mineros que Australia necesita aumentar significativamente su compromiso con la región”, enfatizó Blanco.
Para ello, recomendó a los inversores australianos a salir de los estereotipos y elaborar planes estratégicos, anticiparse a las tendencias empresariales y “mirar más allá del eje tradicional Chile-Perú-Brasil para abrazar otros mercados como México y Colombia, entre otros”, dijo.