Esta acción se da tres días después de un enfrentamiento entre pobladores y policía, en el cual 26 personas resultados heridas, entre ellas 15 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). También resultaron intoxicados niños, mujeres y ancianos por las bombas lacrimógenas que las autoridades lanzaron para dispersar a las personas.
El enfrentamiento ocurrió cuando la Policía desalojó a vecinos de esa comunidad, que desde hace dos años bloquean el ingreso a la minera. Hubo cuatro capturados.
El desalojo se concretó cuando fracasó un diálogo para que los pobladores dejaran pasar maquinaria hacia las instalaciones. Los inconformes piden que se haga una consulta de vecinos para saber si el pueblo acepta este proyecto.