HAGAMOS LA DIFERENCIA
Cliente a merced de la banca
El sistema bancario en el país mantiene estabilidad producto del control de la Superintendencia de Bancos y de mecanismos propios que les han permitido altos márgenes de rentabilidad. Poco a poco el sistema económico nacional está obligando a la bancarización de las operaciones de los ciudadanos. Las calificaciones de los bancos a nivel internacional han ido mejorando poco a poco. Esto es positivo para el país, pero sería bueno ponerle atención al trato que los bancos están dando a sus clientes; debe ser un tema de reflexión a lo interno de los bancos, porque al final de cuentas su existencia se debe a los clientes. El trato de los bancos se está volviendo impersonal, muchas de sus operaciones se realizan por medio de call center, en el que los períodos de espera son altos. Quien genera y carga con el costo de la llamada es el cliente. Durante la llamada, como es común en este tipo de servicios, quien contesta generalmente tiene un libreto aprendido de memoria con poco margen de desviaciones hacia lo que el cliente solicita. A departamentos del Banco Agromercantil ya no es posible comunicarse telefónicamente, sino únicamente por correo electrónico. La mayoría de bancos están cobrando servicios que no deberían: manejo de cuenta, pagos por uso de tarjetas de débito, impresión de estados de cuenta, emisión de chequeras, quetzalización de transferencias que fueron enviadas en dólares, reposición de tarjetas, etc.
' En el sistema bancario nacional se ha descuidado el servicio al cliente, lo cual debe supervisarse.
Samuel Reyes Gómez
Los departamentos de análisis de riesgos exageran sus medidas estigmatizando a sus clientes, al no visitarlos in situ para conocer sus actividades y/o labores. En el banco Industrial, por ejemplo, a un mi hermano, que ya falleció, el banco no le autorizaba abrir cuentas, debido a un homónimo que estaba catalogado con tendencias izquierdistas. Él fue un ciudadano honorable, profesional, con doctorado en el área de educación, obteniendo varios galardones a lo largo de su vida, entre ellos la Orden Francisco Marroquín. En mi caso, tengo problemas con el depósito de dólares, sin que me expliquen la razón de la restricción. Ya demostré en varias instancias que soy una persona que puedo demostrar el origen de los mismos cuando deposito, que, dicho sea de paso, son cantidades pequeñas, y no con cierta regularidad. Varios conocidos y amigos que trabajan en el banco, en puestos importantes, han ofrecido apoyarme sin lograr hacerlo.
Pero quizás las sorpresas más grandes se las lleva uno con las tarjetas de crédito. Cada banco maneja sus propias políticas, muchas veces antojadizas y que perjudican al usuario. Algo inaudito sucedió con una tarjeta de crédito del Banco Continental que creo que es conveniente que el público se entere porque esto les permitirá tomar sus precauciones. El 24 de febrero recibí una llamada del banco indicando que estaban utilizando una tarjeta virtual de mi propiedad para intentar realizar compras y me preguntaron si yo las estaba realizando. Mi sorpresa fue mayúscula porque no sabía de la existencia de esa tarjeta. Me explican que cuando generan el plástico, automáticamente generan una tarjeta virtual con numeración diferente. Me dijeron que si quería bloquearla y me empezaron a pedir datos, los que, por supuesto, no di e indiqué que llamaría por mi cuenta, lo que hice de inmediato. Al responderme me indicaron que ya habían autorizado una compra en dólares. Bloqueamos la tarjeta y manifesté mi molestia por no pedir mi autorización para habilitarla. Pregunté si era necesario bloquear la tarjeta plástica y me indicaron que no, que esa estaba bien. Al otro día, con esa tarjeta hicieron una compra en Dóminos Pizza y nuevamente me llamaron indicando que había una transacción sospechosa que habían autorizado. Hicieron fraude en las dos tarjetas, la virtual y la plástica. Es importante que el público sepa, para que tome sus precauciones, que cuando envían las tarjetas el banco las habilita automáticamente y genera una virtual, que también habilita, sin la autorización del cliente. Juzgue usted y tome sus precauciones.