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El año de la madurez de Super Mario y de los teutones

Super Mario se ha hecho mayor con solo 21 añitos. El niño prodigio del futbol alemán se consagró en la élite del futbol mundial de la temporada con el espectacular Borussia de Jurgen Klopp.

Mario Götze es la principal figura de Alemania para el Mundial de Brasil 2014. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Mario Götze es la principal figura de Alemania para el Mundial de Brasil 2014. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Su temporadón provocó que el Bayern Munich de Guardiola —cuando se confirmó su llegada también se sabía que Pep sucedería a Heynckes— le echara las redes mucho antes de esa final de la Liga de Campeones que enfrentaría al presente y al futuro de Götze. Una final en la que, por cierto, él fue el gran ausente por una inoportuna lesión muscular. A partir de ahí pasó de ser el gran ídolo del Muro Amarillo del Signal Iduna Park al principal enemigo público de la afición del Dortmund. Ese partido en el Santiago Bernabéu marcaba un antes y un después en la carrera del futbolista más joven en vestir la camiseta de la selección alemana —lo hizo con solo 19 años—.

Un cambio difícil

Al igual que le pasó al Bayern de Guardiola, a Götze le costó arrancar la temporada. Sobrepasado por la expectación y en un equipo plagado de estrellas en el que ya no era la referencia, a Mario se le dificultó incluso ir entrando en los onces de Pep. El año empezó con la Supercopa alemana. Götze estaba lesionado y no pudo jugar ante su exequipo.

El Borussia pasó por encima del Bayern y se acabó llevando el primer torneo del año con un imponente 4-2. Tres días después, Götze, ya recuperado, empezaba en el banquillo la Supercopa de Europa ante el Chelsea. Los penaltis le dieron el primer título del año a Guardiola y sus chicos. Este éxito coincidía con el primer tropiezo en Liga con el inesperado empate ante el Friburgo, donde demostró estar todavía lejos de su mejor nivel. Las dudas aparecían en Mario y en el Bayern de Pep. Mientras el equipo empezaba a funcionar de una manera más lenta de lo previsto —pero al menos ganaba—, Götze no encontraba su sitio en el esquema del nuevo técnico.

El desahogo

No sería hasta bien entrado noviembre cuando llegara el primer tanto de Götze con su nuevo equipo. Fue en la goleada del Bayern al Viktoria Plzen en Champions. A partir de ahí el rendimiento del joven alemán fue creciendo partido a partido. Se asentó en el once de un Guardiola que le hizo sentir más importante. Unas veces de interior —por delante del pivote—, otras de extremo —zurdo o diestro— e incluso de falso “9” —cuando faltaba Mandzukic—, Mario ya empezaba a hacer diabluras en ese reinventado Bayern de Pep.

Y entonces llegó el día más esperado desde que Götze cambió Dortmund por Munich: su regreso a la que fue a su casa. Guardiola decidió dejar a Mario en el banquillo después de que este se había asentado en el once en los últimos meses. Sin embargo, el antiguo ídolo del Muro Amarillo salió a la hora del partido para decantar el encuentro del lado de los de Guardiola. Él, que regresaba al estadio que lo había llevado a la gloria y que ahora lo recibía con un contundente Fick dich, Götze —vete a la m…, Götze—, precisamente él fue el que marcó el primero de los de Guardiola y abrió la goleada visitante. Enganchó un balón en la frontal y, con el exterior de la pierna derecha, la puso lejos del alcance de Weidenfeller. Amago de carrera, frenada en seco y brazos en alto para disculparse ante todos aquellos que hasta hacía unos meses lo adoraban.

Le había costado, pero el joven genio alemán ya sonreía otra vez en un terreno de juego. La presión fue desapareciendo conforme el Bayern iba dejando encarrilada la Bundesliga —sentenciada allá por el mes de marzo— y avanzaba fases en la Champions. Entre tanta estrella Götze brillaba con luz propia. Le daba igual jugar de extremo —durante la lesión de Ribery tras el parón invernal— o de falso ‘9’ cuando Guardiola no parecía contento con Mandzukic. Asistiendo, goleando, decidiendo partidos… Götze, en estado puro. Quizás, en su temporada más complicada desde que Super Mario es profesional, más allá de crecer como jugador ha crecido como persona. Se le ve más maduro, más feliz. La cita de Brasil puede ser la de su consagración definitiva. De hecho, este año ya consiguió brillar en la orquesta de Guardiola, en la que todos los músicos tocan al unísono haciendo del futbol una dulce melodía que embelesa al espectador. Pues bien, destacar ante tanta estrella ya es para tenerlo en cuenta. Este es Götze, el presente y el futuro de Alemania y, posiblemente, su mejor arma para intentar sorprender a Brasil en su Mundial.

PERFIL

PERFIL

MARIO GÖTZE

Nació el 3 de junio de 1992 en Memmingen, Alemania.Su primer equipo fue el Borussia Dortmund, en el 2001, con el que hizo las divisiones inferiores. Debutó en la Bundesliga el 21 de noviembre del 2009. El 27 de marzo del 2012 renovó con el Borussia hasta 2016. Su salario pasaría de 2.5 millones de euros, cuatro millones por temporada. El 23 de abril del 2013 se hizo oficial su fichaje con el Bayern Múnich, que pagó 37 millones de euros de su cláusula de rescisión. Ahora devenga 7 millones de euros netos por temporada, con solo 21 años de edad.