Los futbolistas desfilaron los pocos metros que distan desde la puerta del autobús hasta la entrada del hotel rápidamente y sin hacer declaraciones.
Xabi Alonso, que el sábado no jugará la final de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid por sanción, fue uno de los primeros en salir.
Ronaldo, con una mochila de cuero a las espaldas, pasó con gesto circunspecto y sin saludar, mientras que Sergio Ramos sí respondió a los llamamientos de aficionados y prensa.