Finalmente, de golpe, todas sus presentaciones fueron anuladas tras haber sido en principio postergadas.
Out there, el espectáculo de McCartney, estaba previsto para el fin de semana pasado en el Estadio Nacional de Tokio, pero fue suspendido a causa del virus que lo ha dejado por completo extenuado.
“Estoy desilusionado y triste por no haber cumplido con mis fanes”, había dicho en un comunicado.
Otro recital estaba programado en el Budokan de Tokio, 48 años después que se presentara allí con Los Beatles. Además, tenía que presentarse en otro espectáculo en Osaka, y posteriormente en Seúl.
Antes de llegar a Japón, McCartney había realizado una extenuante gira por América del Sur.
Entre junio y julio tiene prevista una veintena de recitales en Estados Unidos.