Sin embargo, muchos pacientes temen ir a la consulta del urólogo, pues saben que la detección del cáncer de próstata incluye la conocida y desagradable prueba, el tacto rectal, ante la cual la reacción del hombre puede tener resultados incómodos y hasta traumáticos.
El tacto rectal consiste en la introducción de un dedo por el ano para palpar las estructuras que se encuentran a su alcance, preferentemente la próstata y la parte final del intestino, llamado recto, y para determinar consistencia u anormalidades de la zona.
Ya que son muchas las utilidades del tacto rectal, son también muchas las indicaciones para realizarla.
POSIBLES CAUSAS
Se lleva a cabo en pacientes con síntomas que sugieran un crecimiento de próstata, como dificultad para iniciar la micción, sensación de no terminar de orinar, goteo al final de la micción o falta de fuerza del chorro de la orina y en pacientes que han tenido una retención urinaria aguda. En personas mayores con estreñimiento importante o incluso con obstrucción del intestino para descartar la presencia de un fecaloma que impida la salida de heces normales u otra causa de obstrucción como un cáncer de colon.
El tacto rectal permite explorar, tocar, la parte de la próstata que está en contacto con la pared rectal. Permite conocer el tamaño, la forma, dureza y la sensibilidad de la próstata.
En la actualidad, aún existe discusión entre los expertos acerca de cuándo realizar el tacto rectal. Se puede concluir que no es necesario el realizarlo cuando el paciente asiste a la consulta a realizarse un control o chequeo de próstata rutinario. Tampoco es necesario cuando el paciente no tiene ninguna sintomatología típica del síndrome prostático.
Estos límites están relacionados con el tamaño de la próstata, la edad del paciente, el aumento progresivo a lo largo de los años.
RECOMENDACIONES
El tacto rectal no aporta resultados significativos, en muchos casos, y desincentiva la detección precoz.
El ultrasonido de la próstata puede mostrar una próstata regular, de tamaño acorde a la edad sin alteraciones internas. Se recomienda, en cambio, realizar un tacto rectal cuando: el análisis del antígeno prostático específico (PSA) está elevado, cuando el paciente presenta la sintomatología típica del síndrome prostático, cuando el ultrasonido nos muestra una próstata irregular o bien ante la más mínima duda de irregularidades en la forma y consistencia de la próstata.
Existen otras exploraciones que pueden ayudar a identificar el tumor de la próstata como son la Resonancia magnética y los nuevos ecógrafos que permiten apreciar alteraciones tanto en el tejido prostático como a nivel molecular.
La combinación de estos dos métodos, la fusión de las imágenes que se obtienen con la ecografía y la resonancia, es actualmente el método más adecuado para detectar alteraciones en la próstata sugestivas de ser un cáncer de próstata.
El único método que indiscutiblemente puede diagnosticar el cáncer de próstata sería la biopsia prostática. Con este procedimiento se puede extraer tejido prostático que una vez analizado por el patólogo informará sobre la naturaleza del mismo. Aunque este método no garantiza la certeza en el diagnóstico sigue siendo el más fiable.
En conclusión, el paciente puede acudir al urólogo a realizar su chequeo rutinario o consulta de algún padecimiento y el médico determinará si es necesario realizar un tacto rectal, u otro tipo de examen.
Consulta
Dr. Luis Arturo Pineda Nolasco @drluisarturopnolasco
Debe quedar claro que el tacto no es el único ni indispensable procedimiento de diagnóstico, ni forma parte obligatoria de una consulta.
Envíenos sus preguntas a buenavida@prensalibre.com.gt para que el médico las responda.