Usó un uniforme como si fuese un médico residente, aunque cuando se le cuestionó por su presencia en el hospital, él respondió que era “un enfermero”, aunque según la Policía, no logró afirmar de qué área.
Pero, además del uniforme que generó sospecha de la seguridad del hospital, hay dos indicios clave en el caso: una jeringa y un teléfono celular con mensajes.
El móvil, que ya forma parte de las evidencias, contenía información que apunta a que la intención del sospechoso, era cometer un crimen en contra de un paciente internado en ese centro por heridas de arma de fuego a “quien presuntamente daría muerte”.
“El detenido actuaba de manera sospechosa cuando fue identificado, también se le incautó una jeringa”, describió la PNC en su informe tras la captura del sospechoso la mañana del 23 de febrero de 2023.
Adolfo “N”, según la PNC, tiene un antecedente por robo del año 2015, pero también tiene una perfilación que lo vincula a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), bajo los alias “Satán” y “el Beyli“.
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Pero que haya quedado al descubierto no fue simple casualidad, la intuición que los agentes policiales los llevó a identificar al intruso y la posible motivación que tenía para usar esa vestimenta y distraer a la seguridad y trabajadores del lugar.
Hipótesis
De acuerdo con los primeros indicios, el objetivo del pandillero podría haber sido ultimar a un hombre que ingresó al hospital tras sobrevivir a un ataque armado que se registró el pasado 10 de febrero, en la zona 5 de la capital.
Otra hipótesis que no se descarta, es que presuntamente buscaba rescatar a dos cómplices suyos, también internados, detenidos por extorsión.
El Ministerio Público (MP) confirmó que la Fiscalía de Distrito Metropolitano investiga el caso con las versiones obtenidas y el teléfono celular como evidencia.
Detenido
Adolfo “N”, fue puesto a disposición de un Juzgado de Instancia Penal que resolvió ligarlo a proceso penal por el delito de usurpación de calidad.
Mientras se desarrolla la investigación, el presunto pandillero permanecerá en prisión preventiva y la fiscalía deberá desarrollar la investigación y presentar sus conclusiones en un plazo de dos meses, según fijó el Juzgado.
El delito de usurpación de calidad contempla una pena de cinco a ocho años de prisión y una multa de Q50 mil quetzales, según lo establece el artículo 336 del Código Penal.
Adolfo José Estrada, el pandillero que intentó ingresar al Hospital General San Juan de Dios vestido de médico fue ligado a proceso penal y quedó en prisión preventiva. pic.twitter.com/m4kXarmq6Z
— Edwin Pitán (@Epitan_PL) February 24, 2023