Los 65 alumnos de la escuela colaboraron para preparar una refacción a sus mamás y trabajaron manualidades para que recuerden este día, participaron en actos como obras de teatro y bailes, para demostrar su amor por mamá.
“Hay que amar a la mamá porque ella nos dio la vida”, dijo Wendy, una de las alumnas de la escuela. La niña, agregó que para hacer feliz a su progenitora, ayuda en los quehaceres de la casa y hace sus tareas de la escuela.
Blanca Jímenez, madre de un niño de 8 años y que padece baja visión, relató como su hijo a dejado la timidez desde que ingresó a la escuela, “ahora lee más rápido, ya platica y juega, antes no lo hacía”, aseguró.
Para Reyna Roldán, madre de otro niño de 12 años y que es ciego de nacimiento, la noticia de la enfermedad de su hijo impactó su vida, pero de una manera positiva. “Es una tarea difícil cuidarlos, pero los niños nos enseñan muchas cosas, uno aprende mucho de ellos”, asegura.
Roldán relató la felicidad que ella y su hijo sintieron esta semana, cuando en la escuela el niño aprendió a rasurarse, “él está feliz y yo también”, resaltó.