Una parte del chip se instala en la superficie del globo ocular mientras que la segunda, formada por una cincuentena de electrodos, se coloca en el nervio óptico.
La primera paciente en someterse a esta revolucionaria operación en Francia fue una mujer de 58 años, identificada como Bárbara, que perdió la visión hace dos décadas y que ahora, siete meses después de la intervención, ya puede reconocer objetos, formas, luces y contornos.
“Es algo excepcional. Después de que me implantaron el dispositivo vi aparecer un flash y sentí una gran emoción, fue como un milagro”, indicó.
De momento, el implante -que está en fase experimental- solo se puede utilizar en aquellas personas aquejadas de retinosis pigmentaria, una patología que es la causa más frecuente de degeneración hereditaria de la retina y que suele darse a partir de los 60 años.
Su origen es una alteración de los genes, que ocasiona degeneración y apoptosis (muerte celular) de los foto-receptores (células de la retina), de los bastones (responsables de la visión del campo periférico) y, en las fases finales, de los conos (visión central), lo que provoca ceguera.
Es decir, que el dispositivo no es apto para aquellos que han nacido ciegos o sufren dolencias no relacionadas con lesiones retinales, puesto que para funcionar se sirve de la memoria visual para recrear imágenes a partir de los flashes que recibe el cerebro.
En este sentido, uno de los fundadores de Pixium Vision, Bernard Gilly, explicó a que esta tecnología podría adaptarse en el futuro para tratar formas más comunes de ceguera progresiva.
“Estamos trabajando en una nueva generación de dispositivos. La idea es llegar a alcanzar una visión lo más normal posible que le permita al paciente poder salir a la calle sin problemas, reconocer personas, hacer las compras o leer”, subrayó Gilly.
Si los ensayos clínicos siguen en la buena dirección el prototipo -en el que solo trabajan otras dos empresas en el mundo- podrá empezar a comercializarse a partir del año que viene a un precio cercano a los US$137 mil 500.
Estudios anteriores, ya habían demostrado la efectividad de implantes en pacientes con problemas de ceguera.