En el 2020, en especial a causa de la pandemia, esta cifra se redujo de manera significativa para llegar a solo 48 mil 54 indocumentados, según reportes oficiales.
Para el 2021 y 2022, aunque hubo un aumento de casos después de levantar las medidas de restricciones por la emergencia sanitaria, los números reflejan una disminución de los encuentros de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
En el 2021 se reportó a 283 mil 35 guatemaltecos, y en el 2022 fueron 231 mil 565 los que intentaron ingresar sin visa a ese país. En otras palabras, 51 mil 470 connacionales menos de un año para el otro.
Especialistas en el tema migratorio como fenómeno social exponen que si los números son bajos, no significa que los países de origen estén en una mejor situación y que la migración se esté reduciendo.
Por el contrario, menos detenciones de migrantes en la frontera sur de EE. UU. podría significar que los países de tránsito han endurecido sus medidas de seguridad y evitan el paso de estas personas hacia el norte.
¿DE DÓNDE SALIÓ LA INFORMACIÓN?
El 16 de febrero, Blas Nuñez-Neto, subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., indicó a medios de comunicación que han detectado una baja considerable del flujo migrante. Según sus declaraciones, los niveles de migración de ciudadanos provenientes de Haití, Cuba y Venezuela se ha reducido hasta en un 95 por ciento, y los del Triángulo Norte, hasta un 70 por ciento. Para el caso en particular de Guatemala, según el funcionario estadounidense, las cifras migratorias han bajado hasta en un 25 por ciento en el último año fiscal —octubre 2021-septiembre 2022—, respecto del mismo período del año anterior. Las cifras que maneja la CBP exponen una disminución en el último año. En enero del 2022 fueron localizados 13 mil 856 migrantes, mientras que en el mismo mes de este la cifra fue de 11 mil 937.
¿CUÁL ES EL CONTEXTO?
En los últimos años el fenómeno migratorio ha ido evolucionando. Pequeños grupos de migrantes que preferían pasar inadvertidos se transformaron en caravanas multitudinarias. Los hondureños fueron los que comenzaron con este movimiento, al que poco a poco se iban sumando salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos. Problemas de seguridad, falta de empleo y la crisis económica son algunos de los factores que promueven la migración, junto a otra serie de factores que acechan la región. “Sabemos que las condiciones socioeconómicas de los países centroamericanos no han mejorado, sino todo lo contrario. Hay índices de corrupción e impunidad, desempleo, aumento en los precios de la canasta básica, por lo que Estados Unidos es siempre la alternativa para salir de esas condiciones”, expuso Úrsula Roldán, de la URL. No obstante, el fenómeno migratorio no es exclusivo de países centroamericanos. La crisis política y económica en Venezuela y Haití hace que sus ciudadanos se vean obligados, en busca de una mejor calidad de vida, a migrar de forma irregular a Estados Unidos.
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La disminución de migrantes guatemaltecos a EE. UU. es un hecho y lo confirman las estadísticas oficiales de la Patrulla Fronteriza, pero la razón no es una mejora sustancial en los países de origen, apunta Úrsula Roldán, investigadora del tema migratorio por la Universidad Rafael Landívar. “Lo que está funcionando son las medidas de contención migratoria (…) México es el que está haciendo la mayor contención migratoria”, dijo Roldán. México no es el único país que a su criterio ha servido como un muro para detener la oleada de personas inconformes con las condiciones de vida que ofrecen sus gobiernos. A esta práctica se suma Honduras, Guatemala y Costa Rica, mientras que Nicaragua lleva a cabo su propia contención, agregó. Sin embargo, estas estrategias de contención no son una medida sostenida a través del tiempo y el efecto positivo que destaca EE. UU. en materia migratoria podría cambiar. “No creo que sean totalmente sostenibles estas medidas. Depende mucho de las negociaciones de los gobiernos con Estados Unidos”, puntualizó Roldán. “Lo que sí puede suceder es que —los traficantes de personas— estén generando nuevas estrategias para poder hacer los traslados sin que los migrantes sean detenidos”, hizo ver la especialista, que considera que el fenómeno migratorio tiene que seguir bajo análisis, porque es poco probable que las medidas de contención sean capaces de frenar a los millones de ciudadanos inconformes con las condiciones de vida que ofrecen sus países de origen, por lo que se ven en la necesidad de migrar.
