Agentes asignados a la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la PNC capturaron en flagrancia, según el parte oficial, a una mujer dentro de la venta de licores “centro botanero Viejo Chaparrito”, en la aldea Camojá, La Democracia, Huehuetenango, un departamento colindante con Chiapas, México.
En un operativo de rutina los agentes llegaron al lugar y sorprendieron a Julieta Alfaro González, de 53 años, con 85 bolsas plásticas transparentes con cocaína.
El análisis forense determinó que la mujer tenía en su poder 85 onzas de esta droga valorada en Q8 mil 760.95. Además, le incautaron otros Q2 mil 660 en efectivo, supuestamente, producto de la venta de más droga.
Sin embargo, durante la diligencia para consignarla, un grupo de personas se aglomeró afuera del negocio y comenzó a exigir que la liberaran. Este comercio está sobre la ruta CA-1 Occidente.
En el lugar estaba la unidad SGAIA 85, pero ante la situación tensa otra salió en apoyo para disuadir a los pobladores y poder ejecutar la aprehensión de la mujer.
El autopatrulla SGAIA 88 salió de urgencia a eso de las 21 horas a la ruta Interamericana y cuando se iban a apoyar a sus compañeros colisionaron con un mototaxi.
Otro grupo de personas se aglomeró entorno a la unidad policial y el mototaxi y hubo un intercambio de señalamientos.
Los civiles acusaban a los agentes de conducir ebrios, y los policías señalaban al piloto del “tuc tuc” de ir en esas condiciones. El conductor del mototaxis sufrió heridas y fue llevado a un centro asistencial.
No obstante, en todo ese tiempo, la situación comenzó a salirse de control e intentaron agredir a los agentes antinarcóticos porque los sindicaban de provocar el percance por ir ebrios. Pronto amenazaron que los iban a quemar vivos y los policías optaron por huir y refugiarse en el centro de salud local.
Los vecinos, enardecidos, al no poder capturar a los agentes, arremetieron contra la unidad policial, la rociaron de gasolina y la incendiaron.
A las 23 horas llegaron otros elementos de la PNC para rescatar a los agentes que estaban resguardados. Lograron controlar a unas 150 personas que insistían en linchar a los policías.
Treinta minutos más tarde lograron ponerlos a salvo en la subestación del municipio de La Democracia, a donde llegó personal de la Inspectoría General para fiscalizar los hechos suscitados y deducir responsabilidades.
El subdirector de la SGAIA, Helver Beltetón, indicó que lamentablemente les quemaron un autopatrulla, todo derivado de la diligencia para capturar a la mujer que vendía droga al menudeo en el negocio al que llegaron en un principio y fueron amenazados por otros pobladores.
“La situación se verificó y se determinó, por medio de pruebas de alcoholemia que practicó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que los agentes no habían consumido licor ni sustancia alguna. La situación fue propiciada por unos pocos pobladores que quizás tengan relación con grupos del crimen organizado”, expresó.
El jefe de la SGAIA considera que esta acción fue como una venganza de grupos vinculados con el narcotráfico que incitaron a la población a quemar la unidad y agredir a los agentes.