“Tengo la solución”
Esta expresión encamina al colaborador para enfrentarse y solucionar los problemas diarios con prontitud. “Si resolvemos los problemas de manera creativa, ese reconocimiento nos gratifica. Una de las mejores manera es hacer varios planteamientos hasta encontrar soluciones viables”, afirma García.
“Puedo mejorarlo”
Con esta actitud se demuestra un espíritu de colaboración e interés en superar los errores. “Se debe aprender a reconocer los errores, pero principalmente a enmendarlos; trabajar con lo que tenemos y no desperdiciar recursos es una buena forma de mejorar nuestro desempeño”, dice Susana Quezada, de Conreci Consulting Group.
“El trabajo está terminado”
Terminar el trabajo y comunicarlo es fundamental para que los superiores conozcan no solo en qué proceso va el desempeño, sino también como un aliciente. La buena organización es básica para cumplir con las metas en el horario establecido, comenta Quezada.
“Lo hago yo”
Es una frase poderosa. Seguramente, el empresario estará cansado de que le pongan “peros” para no realizar algunos proyectos, por lo que saber que hay alguien que está dispuesto y con buena actitud es positivo.
“Lo tengo previsto”
Es necesario que el jefe sepa que el colaborador se encuentra “en la jugada”. No basta con decirlo, también hay que demostrarlo, y para prever esos inconvenientes que se avecinan en todo ámbito laboral, el orden y la disciplina serán eje importante, agrega Quezada.
“Quiero aprender”
Esta expresión es básica para no perder la curiosidad y demostrar el deseo de superación. “Capacitarnos y entrenarnos son las herramientas para mejorar nuestra posición en una empresa. No se debe tener miedo a aprender algo nuevo”, comenta García.
“Traigo una idea”
Las ideas y los aportes hay que expresarlas para proponer innovaciones. Según García, cumplir con objetivos establecidos y enriquecerlos con nuevas iniciativas hace crecer el valor del trabajador.
Además
Nora García y Susana Quezada señalan:
La limpieza y el orden son características de todo buen trabajador. “Estos detalles, por mínimos que parezcan, provocan un mejor desempeño en el día a día”, indica García.
El entorno laboral debe ser armonioso. Hay que conversar, reír y compartir buenos momentos con los compañeros.
El reconocimiento debe ser parte del mundo laboral. Entre colaboradores siempre se debe exaltar el trabajo bien hecho. Reconocer cuando un compañero hace una buena labor será un gran incentivo.