Con el sacrificio que re presenta mantener el ritmo al lado de sus hermanos mayores, descubrió que la ruta no era más que atra vesar caminos rústicos y veredas, con paso entre bosques y verdes paisajes, en los que podía entrar en contacto con la naturaleza y del aire puro.
Alfredo disfrutó por mu chos años el placer de correr sin esperar algo a cam bio, porque creía que le da ba salud y era una forma de encontrar distracción en un lugar donde las diver siones eran escasas.
“Cuando mis hermanos salían a correr les pedía que me llevaran, y poco a poco me gustó. Luego ya fui a competencias y desde los 9 años me puse la meta de ser mejor cada vez en el atletismo, y en este momento me ha ido bien”, comenta.
Hoy, más de una década después, aquel pequeño niño tímido que creció en el seno de una familia humil de y dedicada de lleno a la agricultura demuestra su gran talento en el deporte y sueña con convertirse en el heredero del fondismo na cional.
Para Asturias no es ningún secreto que trata de emular a las figuras actua les del fondismo, como José Amado García, Alfredo Arévalo o el mítico Doroteo Guamuch Flores, mejor conocido como Mateo Flores (q. e. p. d.), quienes han puesto en alto el nombre de Guatemala en esta disciplina deportiva.
Asturias piensa en gran de y sueña con escribir su propia historia para dejar un legado de oro a las próximas generaciones, según el corredor.
Su madre, Margarita, re cuerda con mucho esmero que Alfredo, siendo el menor de sus seis hijos, fue un niño dis puesto a luchar por sus metas. Ella y su padre, Gaspar, han sido el pilar en su formación deportiva, a pesar de no tener los recursos necesarios para ofrecerle los implementos pa ra la práctica del atletismo.
TALENTO NATURAL
Asturias nació con unas piernas prodigiosas, ágiles y fuertes, que soportan el sacrificio que representa la práctica del deporte.
Estudió la primaria en la Escuela Nacional No. 2 de la localidad. Cada día debía caminar casi cuatro kilómetros para asistir a clases —entre ida y vuelta—. Por las tardes, desde los 11 años ayudaba a su padre en las labores en la agricultura.
La vida le ha dado un giro de 180 grados, porque desde hace año y medio, por medio del reconocido entrenador Carlos Trejo, logró hacerse del patrocinio de Pollo Campero, que lo ayuda a dedicarse por completo al fondismo.
“Es reconfortante pertene cer al equipo élite que dirige Trejo. Allí están grandes corredores como Alfredo Aréva lo, Carlos Raxón y Luis Carlos Rivero, entre otros. He apren dido mucho de ellos por su trayectoria”, expresó Asturias.
“Mi familia está feliz y me apoya porque sabe que es algo bueno para mí. Me gusta lo que hago y sé que me aleja de los malos caminos”, agregó.
Formar parte del grupo liderado por el entrenador Carlos Trejo también lo llevó a hacer varios cambios drásticos en su forma de vida, como tener una alimentación sana, disciplina en el descanso, alejarse de fiestas y de varios amigos.
Camina con firmeza
El corredor, que mantiene la sencillez y timidez que lo caracterizaba de niño, ya dis fruta de las mieles del triunfo.
En los últimos dos años ha ganado el Medio Maratón de El Salvador, fue el segundo mejor guatemalteco en el Medio Maratón de Cobán, solo superado por José María Caal, quien ocupó el sexto puesto.
Además se situó en el sép timo en la general, con un tiempo de 1:08.26 horas, a más de cuatro minutos del keniano Geoffrey Bundi, quien cerró la prueba de los 21 kilómetros con un tiempo de 1:04.10.
En mayo también sobre salió al ganar la carrera de Ciudad Cayalá y hace un año fue segundo en la Carrera del Día Olímpico, antes le dio una dura batalla a Víctor Ma nuel González, triple cam peón en los Juegos Centroa mericanos, de San José, Costa Rica 2013.
Su más reciente conquista se dio el 8 de junio último, al obtener el segundo puesto del Medio Maratón de San Juan Sacatepéquez, con tiempo de 1:05.46 horas, solo por detrás de Carlos Raxón, quien cruzó la meta en 1:02.34.
La semana anterior ganó la medalla de oro en los Centroamericanos Mayor de Atletismo en Honduras, en los 10 mil metros planos (31.34 mi nutos) y bronce en cinco mil (15.06).
Río la gran meta
Más allá de ser protago nista en las carreras dominicales, el atleta fija su mirada a participar en el ciclo olímpico que finaliza con los Juegos Olímpicos de Río de Ja neiro, en Brasil 2016.
“Considero que hay sufi ciente tiempo para preparar me. Necesito mejorar mi téc nica y reforzar en la parte psicológica para lograr ganar el boleto a la gran fiesta de portiva”, confesó.
Como meta a corto plazo, este año está enfocado en la clasificación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a celebrarse en noviembre próximo en Veracruz, México.
Actualmente, está cerca de los tiempos requeridos en los cinco y 10 mil metros planos, solo necesita ratificarlo en el mes de agosto.
“No me voy a confiar con la capacidad que tengo. Vie nen buenos eventos y voy a entrar con todo en el ciclo olímpico y espero algún día representar a Guatemala”, confiesa.
Asturias es un atleta di ferente. Tiene bien cimentado sus sueños y los piensa cum plir a cabalidad. Es un hombre hecho para competencias cortas, medios maratones y maratones —42 kilómetros—.
“El atletismo me ha cambiado, me ha inspirado a ser mejor persona y me ha en señado a superar los obstáculos en la vida”, comentó.
Asturias es el orgullo de Sumpango y quiere demostrar que en la tierra de los barriletes gigantes, conocida por su arte, tradición y por ser la cuna de músicos, también es un lugar donde nacen atletas de alto rendimiento.