IDEAS
¡Qué de al pelo el ministro!
Esta semana, el ministro de Finanzas Públicas, Edwin Martínez, se echó una de vaqueros para justificar por qué el Gobierno no paga lo que le adeuda al IGSS y ni siquiera lo reconoce como deuda —lo que ya sabíamos porque es una de las deudas que siempre meten bajo la alfombra para que los datos “macroeconómicos” no se vean tan malos—. Dice el ministro que si queremos que paguen esa deuda se debe poner un nuevo impuesto. ¡Ve qué de al pelo!
' Si se le acepta este discurso falaz tendrán la excusa perfecta para no pagar o poner más impuestos.
Jorge Jacobs
El ministro explicó que el artículo 40 de la Ley Orgánica del IGSS, decreto 295, dice que la cuota del Estado “se debe financiar con los impuestos que se creen o determinen para tal efecto”. Según el ministro, esto implica que la cuota del Estado se debe financiar con impuestos especialmente creados para esto y que, entonces, cuando el Congreso cree el nuevo impuesto, lo pagarán. El ministro todavía se da el tupé de decir que, a pesar de que no existe tal impuesto, el Gobierno es tan “magnánimo” que aunque sea algo le da al IGSS.
Lo primero que me vino a la mente al escuchar al ministro fueron las declaraciones del recientemente fallecido expresidente Álvaro Colom, cuando increpó que si queríamos seguridad, pagáramos más impuestos porque los que ya pagábamos los utilizaría para sus proyectos sociales. Las declaraciones del ministro no solo son abusivas, sino que, además, completamente equivocadas. No sabe uno si faltó a su clase de lógica o en realidad sabe que intenta vernos la cara de babosos y le da igual.
Cualquiera que tenga los más rudimentarios conocimientos de lógica sabe que la “y” implica que ambas condiciones se deben cumplir para que sea verdadero, mientras que la “o” implica que con cualquiera de las condiciones que se cumplan, el enunciado es verdadero. Pues bien, el artículo que el mismo ministro cita para justificar la creación de un nuevo impuesto como condición supuestamente imperativa para que el Gobierno pague su cuota patronal claramente dice que “se debe financiar con los impuestos que al efecto se creen o determinen”. Es decir, hay dos alternativas. O se crean impuestos o se “determinan” cuáles —ya existentes, por supuesto— se utilizan para pagar las cuotas.
Por si esto aún no le queda claro al ministro si la creación de un nuevo impuesto fuera lo que implica esa aseveración —que claramente no lo es—, en la misma ley debería haberse puesto una “reserva legal” —mandato expreso contenido en una ley aprobada por el Congreso de que se emita una norma posterior y complementaria para regular una materia específica— que dijera algo así como que el Gobierno no estará obligado a pagar las cuotas hasta que no se cree un nuevo impuesto. Ni el decreto 295 ni ninguna otra ley tiene una reserva legal al respecto.
De hecho, si algo se puede inferir del artículo citado por el ministro es que esa “determinación” es responsabilidad directa del Ministerio de Finanzas y, por consiguiente, del ministro de Finanzas. De allí que es él —al igual que todos sus antecesores— quien está incurriendo en una falta, por no determinar qué fondos de los que ya tiene el Gobierno se deben presupuestar para pagar las cuotas al IGSS.
De allí que el argumento de que para pagar la cuota patronal del gobierno al IGSS se deba instaurar un nuevo impuesto es completamente falso. Si el Gobierno se manejara de manera eficiente y se redujera la corrupción, tendría suficientes fondos para cumplir con todas sus obligaciones, incluida la del pago de la cuota patronal del IGSS, que se debe ver, en todo caso, como una imposición que el mismo Gobierno se puso cuando instauró un sistema de seguridad social centralizado y de reparto, obligatorio para todos los trabajadores.
No deje que el ministro lo engañe. Si se le acepta este discurso falaz, tendrán la excusa perfecta para no pagar o, en su defecto, para promover la confiscación de más recursos a los individuos productivos de todo el país.