“Morder puede ser característico de un trauma previo que puede derivarse de decepciones personales, vergüenza y humillación”, explicó Phil Jones, psicólogo clínico y vocero de la Sociedad Británica de Psicología y que trabaja con atletas de alto rendimiento. “Cuando hay humillaciones en la infancia y una vez que algo detona la molestia, eso puede llevar a que una persona pierda el control”, añadió.
Jamie Barker, profesor asociado de Desempeño Psicológico Aplicado en la Universidad Staffordshire, comentó que las personas que reaccionan de maneras inusuales —morder, por ejemplo—, quizá tengan expectativas de sí mismos poco realistas o creen que son un fracaso a menos que logren una meta específica.
COMPLICACIONES
La persona que sufre una mordida debe lavarse bien con agua y jabón el área afectada para evitar infecciones, recomiendan los médicos.