Sin embargo, fue a través de las remesas que los pandilleros encontraron una manera más fácil de lavar millones de quetzales, detalla la investigación efectuada a las finanzas de esa agrupación.
La estrategia consistía en que usaban una empresa para efectuar las transferencias desde el occidente y otra persona las recibía en el oriente del país.
Ese trámite no tardaba más de 15 minutos, ya que en ocasiones transferían Q25 mil sin que les exigieran mayor documentación. Era suficiente su identificación personal para lograr la transacción, ya que en otra sucursal podían retirar el dinero.
Entre el 2008 y el 2010 los montos eran depositados en un banco del sistema, pero ya no lo hicieron de esa forma, para no levantar sospechas, ya que en otros casos eran capturados.
Desde el 2009 la Superintendencia de Bancos empezó a vigilar más de cerca los envíos de remesas, ya que se sospechaba que se podía lavar dinero producto del narcotráfico, pero ahora la modalidad podría haber cambiado a las extorsiones, lo cual debe ser verificado.
Enfrentan a la justicia
En este caso enfrentan proceso penal por lavado de dinero María José Navas Foronda; Jimmy José Notz Mulul y su esposa, Libny Elizabeth Sarazúa Chávez; y Julia Betzaira Monterroso Sifuentes, capturados el 30 de mayo recién pasado.
A ellos se suman Adán Estrada Morales, el salvadoreño José Rómulo Sánchez Quijano, quien se identificó como Henry Josué Socoy Pop; los hermanos Alan Adonías y Ediberto Cus Velásquez; Víctor Hugo Girón Zúñiga, Ángel Gabriel Reyes Marroquín, Douglas Antonio Velásquez Véliz y Víctor Wilfredo Pérez Morales, quienes ya estaban en prisión por otros delitos y ahora deben enfrentar proceso por lavado de dinero.
Según las pesquisas, el monto millonario acumulado pudo haber sido invertido, en parte, en la compra de buses urbanos, viviendas y otro tipo de negocios.
“Ahora rastreamos las finanzas de la Mara Salvatrucha, ya que en ocasiones cumplen sentencia por otros delitos, pero el dinero lo siguen teniendo. Lo que buscamos es quitarles ese dinero obtenido de forma ilícita”, refirió el investigador del MP.
Dinero ilícito
Antisociales cobraban extorsión en la zona 18 y Chimaltenango y se repartieron el dinero obtenido entre el 2008 y 2012.
Cobraban cuotas a empresarios del transporte, mototaxistas y comerciantes.
Los fondos los depositaban en bancos del sistema, en forma física o por medio de transferencias de hasta Q25 mil.
Las transferencias se hacían en el occidente del país y minutos después el dinero era retirado en el oriente.
El ranflero —cabecilla— ganaba anualmente Q312 mil, cantidad que tambén obtenía el llavero —cuida las armas—.
Al brincado 1 —jefe de sicarios— le pagaban Q222 mil cada año.
El brincado 2 —sicario— obtenía Q86 mil anuales.
El brincado 3 —informante y cobrador; además consigue vehículos— ganaba Q66 mil 800 por año.
El conocido como chequeo —familiar de pandillero, presta cuentas o esconde ilícitos— conseguía Q42 mil, en el mismo tiempo.
Quien se desempeña como colaborador —vigila a posibles víctimas, también parientes de pandilleros— recibía Q25 mil 500 al año.
Fuente: MP