Vida

La depresión puede sobrellevarse con éxito si se diagnostica pronto

La depresión es un trastorno del estado anímico —crónico o recurrente— en el que la persona se vuelve pesimista y no encuentra una salida para los problemas que la agobian, y cae en una tristeza profunda, angustia, infelicidad y pérdida de interés en la vida, por lo que se le debe prestar la atención debida para vencerla.

La depresión es mala compañía para el corazón.

La depresión es mala compañía para el corazón.

CIUDAD DE GUATEMALA – Puede convertirse en un problema de salud grave, en especial cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, refiere la Organización Mundial para la Salud (OMS). Se calcula que afecta a 350 millones de personas a escala global y es la cuarta causa de discapacidad.

Entre los síntomas que manifiesta una persona con depresión se puede mencionar estado de ánimo irritable o bajo, la mayoría del tiempo; pérdida de placer en actividades habituales —anhedonia—; ira; dificultad para conciliar el sueño o exceso de este; cambio significativo en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso; cansancio y falta de energía; sentimientos de inutilidad; odio a sí mismo y culpa; dificultad para concentrarse; desesperanza y abandono; y pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.

TIPOS
Existe la depresión mayor, que presenta cinco o más de los síntomas referidos y que ocurre durante al menos dos semanas, y que tiende a continuar durante seis meses si no recibe tratamiento. Si es depresión menor, suele durar dos semanas, explica la psiquiatra Gladys Alvarado Ochoa.

También está la depresión atípica, que se origina en alrededor de un tercio de los pacientes. La sintomatología abarca desde comer hasta dormir en exceso.

La depresión puede ser más común en las mujeres, aunque es posible que esto se deba a que ellas tienden a buscar ayuda para este problema, más que los hombres. También es más frecuente durante la adolescencia, refiere Alvarado. Los más afectados son quienes tienen un “yo” frágil, baja autoestima e inseguridades, dice Ángela Reyes, psicóloga de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental.

CAUSAS
Los desencadenantes principales de la depresión en el país en adultos, según la psicóloga, es la ruptura sentimental, la pérdida de trabajo, la muerte de un ser querido o fechas conmemorativas como Día de la Madre, Día del Padre o Navidad.

Reyes sugiere tener mucho cuidado con la expansión de la información, ya que al consultar internet, las personas suelen autodiagnosticarse como depresivas, pero simplemente pasan por un período emocional difícil. La sugestión puede ser peligrosa, porque realmente puede llevar a la depresión, advierte Reyes.

Hay que tomar en cuenta, asimismo, la depresión posparto. Del 12 al 20 por ciento de las madres y un 10 por ciento de los padres desarrollan depresión y ansiedad después de haber tenido a su bebé, asevera Alvarado.

TRATAMIENTOS
Para tratar la depresión, hay que determinar si su origen es físico —biológico— o emocional, ya sea con terapia psiquiátrica o psicológica, medicamentosa o la combinación de ambas. A veces es necesario utilizar antidepresivos, para contrarrestar trastornos bioquímicos a nivel de neurotransmisores —sustancias segregadas por las neuronas en el cerebro—. En estos casos se debe consultar a un psiquiatra. Si hay pensamiento de hacerse daño o de quitarse la vida es importante hospitalizar al paciente para protegerlo.

Recurrir a la ayuda de un especialista tiene que ser voluntario y estar convencido de que se quiere salir de la depresión, expresa Reyes.

La terapia psicológica depende de cada caso y con base en eso se consulta al experto idóneo. Por ejemplo, si el paciente es existencialista y lo más importante para él es su sentido de vida, desde la logoterapia se le ayuda a recuperar su objetivo de vivir, dice Reyes.

QUÉ HACER
Si se convive con una persona que ha sido diagnosticada con depresión, la mejor forma de ayudarla es comprender cómo se siente o qué le incomoda, es decir, “ponerse en sus zapatos”, para facilitar el apoyo, explica Reyes.

El familiar o amigo debe ser muy hábil para que el paciente acepte hablar. Cada caso es diferente y no todos reaccionan al mismo estímulo de la misma manera. En algunos individuos no funcionan frases como “la vida es bella” o “todo saldrá bien”, o estar pendiente de ellos todo el tiempo, porque eso puede deprimirlos más. Lo importante es no dejarlos solos, porque quienes suelen aislarse reaccionan de la manera más inesperada.

SECUELAS
Si no se trata, la persona tiende siempre a tener un aspecto negativo de la vida y pierde el goce de lo cotidiano, asevera Alvarado. La depresión discapacita en la productividad del individuo y se siente desvalido. En casos extremos puede llevar al paciente a perder contacto con la realidad y llegar a la psicosis. Su desesperación puede llevarlo a generar ideas de autodestrucción, como el consumo de drogas, alcohol o el suicidio.

CAUSAS

Diferentes factores influyen en la depresión.

La depresión infantil puede darse por el acoso escolar,  separación de los padres, violencia intrafamiliar o abuso sexual.

Puede ser hereditaria o se transmite  a los menores por comportamientos aprendidos en el hogar, o ambos.

En los adolescentes se desencadena por el sentido de pertenencia e identidad de un grupo,  conflictos con los padres o la transición a la adultez.

En los adultos se deriva por situaciones estresantes,  como maltrato o rechazo, ruptura sentimental, pérdida de seres queridos, mudanzas o cambios en el trabajo.

También ocurre por afecciones y tratamientos médicos. Además, existe la depresión posparto en hombres y mujeres.

A los adultos mayores los afecta la llamada crisis de la tercera edad,  preocupación sobre su manutención, abandono familiar o cuando  mueren sus contemporáneos.

CIFRAS
350 millones de personas en el mundo se ven afectadas por la depresión, según la OMS.

12 al 20 por ciento de las mujeres padecen depresión posparto y un 10 por ciento de los hombres.

2 semanas suele durar la depresión menor;  la mayor se prolonga de dos semanas a seis meses, si no se recibe tratamiento.

Fuentes consultadas: Gladys Ochoa,  gaochoa@hotmail.com,  y Ángela Reyes, teléfonos 2232-6269 y 2238-3739.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.