Sostuvo que la Guardia Nacional puede ayudar a garantizar la seguridad de los niños y sus familias. También dijo que el Departamento de Estado debería colaborar con los países centroamericanos para acelerar el regreso de los niños y las familias a sus países asegurar que su pueblo sea consciente de los peligros de emigrar al norte.
“El resultado directo de las políticas de su gobierno es que estos inmigrantes creen que cuando llegan a tierra estadounidense podrán quedarse indefinidamente”, escribió Boehner.
“Si bien comprendemos que muchos de estos individuos vienen a este país para escapar de la violencia y las penurias en su país de origen, el clima actual en la frontera y nuestras políticas de aplicación de la ley les alientan a arriesgar sus vidas y las de sus niños. Es hora de enfrentar la crisis de la frontera con medidas inmediatas y agresivas”.
La Patrulla Fronteriza dice que el número de menores provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras ha aumentado más de mil por ciento.
Funcionarios del gobierno han dicho que se debe en gran medida a las condiciones imperantes en sus países, pero muchos migrantes creen que se les permitirá permanecer en Estados Unidos.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a Boehner.
La carta de Boehner pone de manifiesto que se trata de un problema político para el gobierno, que esperaba presionar a los legisladores republicanos para que aprobaran una reforma inmigratoria global, pero ahora debe ocuparse de los menores no acompañados. La carta de Boehner no menciona la ley de inmigración y los representantes republicanos no parecen dispuestos a abordarla, sobre todo a partir de la sorpresiva derrota del presidente del bloque, Eric Cantor, en las primarias a manos de un derechista que lo acusó de apoyar una “amnistía” para los inmigrantes en situación ilegal.