Para el baño se sugieren los aceites esenciales de rosa y clavel. El primero vibra en el chakra que corresponde a la zona del cuerpo donde se ubica el corazón.
El aceite esencial de clavel tiene propiedades para fortalecer el sistema nervioso, revitalizar y llenar de energía el ambiente y el cuerpo.
Para la sala de estar, que es el lugar a donde se llega a descansar después de una larga jornada, se sugieren los aromas de menta o hierbabuena.
Se puede impregnar el ambiente de su aroma a través de un hornillo. Sus tonalidades frescas producen una sensación inmediata de alivio a nivel mental. Con una cabeza despejada, la menta puede ayudar a la concentración, la imaginación y la creatividad.
Existen muchas formas de ambientar con aromas: con velas, con incienso o con aceites esenciales. Independientemente de cuál se use, lo importante es que estos no se mezclen, es decir, no colocar todos los aromas a la vez, a menos que la casa sea muy grande; de lo contrario se confundirán los olores y el resultado no será favorecedor.