El pasado 25 de junio, el expediente del caso fue asignado al fiscal Denis Herrera Arita. Luego de ese cambio interno en la Fiscalía, se solicitó la reserva del expediente, con el fin de ubicar a los sospechosos y el paradero del monto millonario.
El juez Carlos Aguilar, encargado del Juzgado Segundo Penal, accedió a otorgar el secreto al denominado Caso MDF, a partir del momento en que Herrera Arita se hizo cargo de la investigación.
Las acciones anteriores a esa fecha son públicas, entre ellas las diligencias para ubicar a José Benvenuto Conde Fernández, exdirector financiero del Congreso.
Equipo
Por orden de la fiscal general, Thelma Aldana, el expediente por la pérdida millonaria fue entregado a Herrera Arita, quien lleva 10 años laborando para el ente investigador.
Durante ese período, el fiscal ha participado en pesquisas de la Fiscalía contra el Crimen Organizado y la Unidad de Bancos.
Bajo el mando de Herrera Arita se encuentran cuatro auditores y analistas financieros.
El equipo que investiga el Caso MDF se encuentra en una oficina del séptimo piso del edificio de Gerona, y depende de la Fiscalía contra la Corrupción.
Desarrollo
Por el caso ya fueron condenados Eduardo Meyer Maldonado, expresidente del Congreso, y Raúl Girón, exgerente de MDF, contra quienes se impusieron penas de tres y 24 años de prisión, respectivamente.
También enfrenta proceso el exsecretario privado de Meyer, Byron Sánchez Corzo, quien permanece en prisión.
Señalamientos
Fiscalía acusa a Sánchez Corzo
El Ministerio Público presentó la acusación contra Byron Sánchez Corzo, exsecretario privado de Eduardo Meyer, expresidente del Congreso, el 28 de julio último.
El próximo 14 de agosto se programó en esa judicatura la audiencia en la que se discutirá si Sánchez Corzo enfrentará juicio.
Los delitos que el órgano investigador imputa contra el procesado son concusión, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado y usurpación de funciones.
Según la acusación, Sánchez Corzo supuestamente aprovechó su cargo en el Organismo Legislativo y autorizó las transacciones que dejaron la pérdida de Q82.8 millones de los ahorros de esa institución en el 2008.
Para eso, se presume que gestionó inversiones en la financiera MDF, la cual era propiedad de Raúl Girón, con quien sostuvo una amistad y para quien trabajó como agente de bolsa de manera independiente.