Pérez Molina detalló que para esta semana tienen programada una reunión con Dorval Carías, ministro de Finanzas, y Carlos Muñoz, superintendente Administración Tributaria, para discutir el monto de ingresos tributarios que servirán para financiar el plan de gasto.
“Aún no tenemos monto porque estamos a la espera de la reunión para garantizar los compromisos por la vía de los ingresos”, explicó.
Óscar Erasmo Velásquez, director de la Escuela de Economía de la Universidad de San Carlos de Guatemala, considera que lo que se debe hacer es una estimación de ingreso sobre bases concretas y no con lineamientos especulativos.
El académico indicó que lo que el Gobierno busca es garantizar los ingresos por el lado del gasto y evitar las críticas por mala gestión de la administración financiera.
“No pueden seguir con la línea de ingresos frágiles como lo que ha ocurrido en estos dos últimos años, porque sería una irresponsabilidad”, afirmó.
Otra variable, explicó, es que por tratarse de un año de elecciones generales se podrían calcular ingresos sobre bases políticas y no sobre lineamientos técnicos.
“Debe prevalecer la base técnica para garantizar los ingresos, porque eso les permitiría definir qué hacer y qué no pueden hacer el siguiente año, por ser político”, señaló Velásquez.
La semana recién pasada, Carías dijo que el desarrollo de las elecciones no incidirá en el plan de gasto del Gobierno y que se hará de acuerdo con las necesidades de cada ministerio, ingresos y gastos.
Velásquez añadió que los presupuestos en años electorales siguen un modelo para buscar más votos, por lo que se orienta en gasto social.
“Tristemente, lo que ha ocurrido en años anteriores es que el gasto es más electoral que para resolver los problemas de la población, sobre todo del área rural”, puntualizó.
El ministro mencionó que lo que se busca es mantener el equilibrio de las finanzas, así como el déficit fiscal —gastos programados por el Estado que superan los ingresos—. Para el siguiente año podría ser del 2%.
Velásquez dijo que, de acuerdo con el déficit, el total del presupuesto podría rondar entre los Q71 mil a Q72 mil millones para el siguiente, y los ingresos para financiarlo, entre los Q53 mil a Q54 mil millones.
Pérez Molina aseguró que las cantidades podrían ser objeto de modificaciones porque están a tiempo para resolverlas.
El Ejecutivo tiene hasta el 2 de septiembre para presentar el proyecto al Congreso.
El plan
El Ejecutivo programó reuniones para conocer y establecer el proyecto de gasto 2015.
El objetivo de estos encuentros, según el presidente, es conocer las variables de ingresos tributarios y lo que le corresponderá a cada ministerio.
Los techos ya están definidos, pero podrían ser modificados.
Uno de los compromisos extraordinarios para el siguiente año es el financiamiento para las elecciones generales.
En 2014, el presupuesto fue el mismo que rigió en el 2013, ya que el Legislativo no legalizó
el proyecto que presentó el Ejecutivo.
El presupuesto vigente es de Q67 mil millones, pero el Congreso aprobó una ampliación por Q1 mil 500 millones, por lo que el ejecutado será de Q68 mil 500 millones.