Emigran sin documentos
Después de escuchar una conferencia sobre este tema, le solicité a la secretaria general de la Presidencia, Licda. Elizabeth Quiroa, la narración de un hecho que refleja parte de los problemas que sufre gran cantidad de niñas y mujeres en nuestro país.
Ella nos cuenta lo acontecido en un caso real, el de Carlota, de 16 años, y su hermanita, de 6, quien tenía 10 meses de nacida cuando se fue su mamá, por lo cual solo ha tenido el cariño de su hermana.
La madre de Carlota había viajado a Estados Unidos cinco años antes, cuando no obtenía ingresos suficientes para que se alimentaran ella y sus dos hijas.
En el viaje sufrió privaciones y vejámenes, pero llego a Estados Unidos; trabajando logro enviarles dinero para alimentarse y con mucho esfuerzo ahorrar US$12 mil, los cuales pagó a un coyote para llevar a sus hijas por tierra, pero no llegaron, porque fueron detenidas y deportadas cuando viajaban a través de México. Ante su reclamo, el coyote tranquilizó a la madre diciéndole que, por el pago recibido, sus hijas tienen dos oportunidades más de intentarlo.
Además de buscar la reunificación familiar, Carlota se fue huyendo del acoso sexual que sufría a manos de su tío, quien la violaba continuamente, abusando de la promesa que había hecho a su hermana de cuidar a sus sobrinas.
Carlota sabía que estaba expuesta a muchos peligros y abusos, pero los afrontó y libró a su hermanita de sufrirlos. El primer día que inició su travesía el coyote le dio a tomar una especie de coctel de pastillas, las cuales servirían entre otras cosas, según le dijo, para evitar el embarazo, o sea que es una práctica común hacer “uso del cuerpo de las mujeres y niñas en estas travesías”.
Ella cuenta las múltiples y diversas vejaciones a las que se expuso, riesgo que aceptó porque no soportaba las constantes violaciones de su tío.
Hoy están de nuevo en Guatemala y no saben qué les espera. ¿Qué les puede ofrecer su país, a ella y a su hermana? ¿Quién les dará casa y comida, educación y salud? ¿Será llevado su tío a los tribunales? ¿Tendrá que regresar a la casa del tío y seguir siendo víctima de violencia sexual, con el peligro de que la próxima víctima sea su hermanita? o, ¿Saldrán nuevamente de viaje aprovechando las dos nuevas oportunidades?
Gracias, Licda. Quiroa, por su narración.
En Guatemala el abuso sexual intrafamiliar es un problema que ocurre en gran parte de la población. Hace años un miembro de una entidad de apoyo social internacional, que operaba en una población de más de 40 mil habitantes, me contaba que más del 20% de ellos sufrían de esquizofrenia por causa de incesto.
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