ALEPH
Mapa de otros mundos
El título de este artículo es también el del libro publicado, hace pocos meses, por Rodrigo Fuentes. Nueva narrativa que, definitivamente, se agradece. No haré aquí una crítica literaria, aunque escrituralmente me parece bien logrado; caminaré sobre el argumento, sobre la intención, la trama profunda y la tensión que da origen y se mantiene a lo largo de las 310 páginas que tuve el privilegio de leer. Mapa de otros mundos gira, aparentemente, alrededor del caso del Transurbano y, en consecuencia, alrededor de los procesos judiciales de buena parte del gabinete del gobierno de Álvaro Colom, en especial uno de ellos, así como de los empresarios que se vieron comprometidos en el caso.
' Hay héroes desmitificados en este libro; hay personajes reales, vulnerables y humanos.
Carolina Escobar Sarti
Sin embargo, la fuerza está en los saltos hacia atrás en el tiempo que nos llevan a la vida política de los años setenta en Guatemala y la conexión de aquella historia con los hechos del caso en cuestión, hasta la fecha, recorriendo paralelamente la historia de una familia que caminó en el tiempo, de la mano de la historia política del país: la familia de Juan Alberto Fuentes Knight, uno de los implicados y padre de Rodrigo. ¿Con qué me quedo? Con la esperanza que leo en los de antes y los de ahora; con la hondura del libro y los datos que desconocía pero, sobre todo, con la honestidad y los matices que Rodrigo logra colarle a la visión binaria, plana y polarizada que se tiene alrededor de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig). Hay héroes desmitificados en este libro; hay personajes reales, vulnerables y humanos que adquieren luces y sombras propias en esta historia; hay realidades complejas que se nombran desde varias esquinas, porque los mapas no son planos y una historia se compone de muchas otras.
Mapa de otros mundos es una invitación a preguntarnos ¿cuál es la justicia que queremos en Guatemala y qué estamos dispuestos a hacer para alcanzarla”, como dice el texto de la contraportada. Y es que sabemos, más de lo que quisiéramos, que lo más injusto de la “justicia” guatemalteca sucede cuando los criterios que la definen son políticos y económicos. Este libro es la visión de un hijo, formado en una familia de intelectuales y políticos, hablando sobre lo que sintió cuando recibió el aviso de la captura de su padre, a muchos kilómetros de distancia; pero es también un documento importante en cuanto a la investigación realizada, desde diversas partes, para intentar probar que el exministro Fuentes Knight y otros implicados fueron injustamente ligados a proceso.
Las primeras páginas del libro hablan sobre la captura de Fuentes Knight y la conferencia de prensa ofrecida por la Cicig; luego está la parte de los cargos, las publicaciones, las reacciones de amigos que siempre estuvieron y de otros que nunca lo fueron. Mensajes como el de Sergio Ramírez y la carta que el mismo Juan Alberto escribió desde el Mariscal Zavala, hasta la declaración fundamental y fundamentada de la exministra Ana de Molina, durante la primera audiencia. De allí en adelante, la sombra de un proceso abreviado que nunca fue aceptado por Fuentes, y el dato relevante del Plan Operativo incorrecto, sobre el cual se había levantado toda la acusación (págs. 247 a 251). “Este era un Plan Operativo para un subsidio distinto, previo al de este Acuerdo Gubernativo.(…) ¡El Plan Operativo correcto era el siguiente!”
No pude parar la lectura de este libro de inicio a fin, por ello lo tuve que leer dos veces. La primera de corrido y la segunda subrayando, cuestionando y reconociendo en él las historias, los datos y la humanidad de quienes forman parte necesaria de esta trama. La fuerza y el amor de su familia de todos los tiempos está allí, sin duda, y también el espejo que me permitió reconocerme cautelosa en el análisis inicial, pero siempre consciente de la integridad de algunas personas a las que llamamos amigas. Gracias, Rodrigo.