Cranshaw dijo que su organismo desconoce qué pasará con los niños inmigrantes de Nicaragua que están bajo el cuido de las autoridades estadounidenses.
También explicó que el origen municipal y familiar de los niños nicaragüenses aún no es conocido.
“Los Estados de la región centroamericana necesitan desarrollar súper capacidades para poder recibir a esos niños y atender la problemática que la origina (la migración)”, consideró Cranshaw.
La activista elogió a El Salvador porque tiene un mecanismo de “información masiva” que permite “atender cada uno de los casos” de niños inmigrantes, sin embargo, tuvo dudas sobre su réplica en el resto de Centroamérica.
“Para eso se requieren fondos y la especialización del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur)”, anotó Cranshaw.
Pese a que los niños inmigrantes encuentran algún tipo de refugio cuando son encontrados por las autoridades de Estados Unidos, las comodidades están por niveles, según la fuente.
“Son tres niveles de centros (de atención), en el primer nivel no tienen condiciones adecuadas, y el último nivel, en el que los niños están identificados, ellos tienen cama y (mejor) comida” , sostuvo Cranshaw.
El futuro de los niños inmigrantes es fuente de debate en Estados Unidos, cuyo gobierno ha anunciado que la opción es deportarlos a sus países de origen.
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