Apesadumbrado por la derrota, el futbolista argentino recorrió los cien metros hasta el palco, donde recibió del presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, un balón dorado que le acredita como el futbolista más valioso de Brasil.
Messi sucede al uruguayo Diego Forlán, que se llevó el trofeo en Sudáfrica 2010. A lo largo del torneo, el capitán de Argentina ha conseguido cuatro goles (todos en la primera fase) y dio una asistencia en el encuentro de octavos de final que jugó ante Suiza. Además, disputó los siete partidos que jugó su equipo.