SI ME PERMITE

La educación afecta más nuestro ser que el saber

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“La educación sin valores, por muy útil que sea, parece más bien hacer del hombre un diablo más astuto”. C.S. Lewis

La simple información no nos hace seres educados porque solo estamos enterados de algo, hace falta ir un paso más allá y que la información que se recibe llegue a ser parte de nuestro ser, y cuando eso se logre, proyectarlo sin el mayor esfuerzo en nuestro proceder y en lo que otros observan en nosotros.

' Si la educación solo logra titulación, en ninguna manera habrá de ser herramienta para progresar.

Samuel Berberián

La educación que ha llegado a ser parte formativa de uno, lo acompaña y se refleja sin que uno tenga que proponérselo. Una buena ilustración pueden ser los modales que uno tiene, si estos han sido formativos en el proceso de la educación. Uno los proyecta sin proponérselo y lo agradable de eso es que los que nos rodean los perciben cuando para nosotros es una cosa de lo más natural y que así debe ser.

Es probable que nos pregunten por qué hacemos ciertas cosas y no tenemos una respuesta a eso porque pensamos que así debe ser. Sin lugar a duda, este modo de vida es el que inspira a otros a imitarnos porque ven el producto de lo que somos, logramos generar cambios en nuestro entorno sin tener que dar consejos ni discursos, más bien con el simple hecho de lo que somos.

Claro está que cuando estudiamos, sin importar si es una educación formal o informal, si estamos atesorando lo aprendido entonces aprendemos de lo que se nos está enseñando. Esto nos ayuda en lo que debemos hacer el resto de nuestra vida, pero aun así está en nosotros si lo que se nos está enseñando quedará como una información para usarse o si será parte de nuestro modo de ser.

Agregado a lo anterior están los valores que incluyen las cosas que aprendemos. Si estos tienen un alto contenido moral y humano tendrán una trascendencia con un valor agregado que dice mucho de lo que somos y de lo que estamos haciendo. En aquellos que hacen las cosas simplemente por cumplir o bien porque el medio en el cual se mueven los obliga, no es lo mismo que en aquellos que lo hacen porque se los han enseñado y saben que es una obligación hacerlo. Esto porque uno sabe que es parte de la vida.

En el transcurrir de la vida, vamos recibiendo la educación que nos va trazando una diversidad de nuevas perspectivas de las cuales tendremos que escoger, dependiendo dónde queremos llegar y qué papel queremos jugar en esta vida en la gran variedad que podemos percibir.

La educación nos capacita para ser flexibles y estar dispuestos a constantes cambios que nos permitan mejorar cada paso que avanzamos o bien en el caso contrario estancarnos en lo que somos y todavía tener la habilidad de justificarlo con la frase tan popular que algunos tienen y la proclaman: “así soy yo…” cuando lo correcto debería ser que otros describan cómo uno es, pero nosotros tenemos una perspectiva de cambios para alcanzar el sumo bien que nos hemos trazado.

No es extraño que muchos prejuicios nos pueden rodear en el proceso educativo que nos hemos embarcado, pero con toda determinación deben ser superados con determinación si la educación está incluyendo todas las esferas de la vida y todas las relaciones en las que me integro. Siempre estamos a tiempo para hacer algunos cambios para bien de muchos, si queremos causar un buen impacto en nuestro medio y no simplemente ser un habitante más de este planeta.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.