EDITORIAL

Excelencia y servicio inspiran el porvenir

Es necesario superar la decepción causada por sucesivas camadas de politiqueros que le quedan a deber a la ciudadanía. Con lamentable y creciente frecuencia se constatan desmanes debidos a la voracidad por lo ajeno, el afán de enriquecimiento ilícito a costa de la precariedad de otros, a la indolencia burocrática y partidocrática, factores que no se pueden ignorar y se deben señalar constantemente. Sin embargo, a pesar de tantas miserias morales, también hay brillantes testimonios de ciudadanos guatemaltecos decentes, proactivos y propositivos que demuestran con hechos la posibilidad de construir un mejor país: padres laboriosos, maestros abnegados, emprendedores perseverantes, jóvenes con metas claras, comerciantes visionarios, agricultores dedicados y la lista de sectores puede seguir.

Prensa Libre selecciona cada año a un grupo de guatemaltecos destacados por sus méritos profesionales y aporte concreto en determinadas áreas, como una exaltación de cualidades en acción y también como un motivo de inspiración para nuestras audiencias, especialmente los niños y jóvenes. A lo largo de esta semana se ha presentado la serie Bien Hecho en artes, proyección social, innovación, servicio público y desempeño empresarial, cuyos nombres e historias se pueden apreciar con detalle en el sitio Prensalibre.com.

Aunque hay labores muy disímiles, existen características comunes, entre las cuales se puede resaltar, en primer lugar, la ausencia total de excusas: todos estos bienhechores han enfrentado dificultades y nunca faltan nuevas adversidades, pero a ninguno de ellos se les escucha culpar a otros por ellas. Tienen un propósito claro en sus vidas y por ello la clave de su éxito es buscar soluciones a los problemas y no problemas a las soluciones.

Una segunda, pero no por ello menos importante cualidad, es el sentido claro de su misión de servicio, lo cual les conduce a evolucionar y también a buscar nuevas maneras de cumplirla, ampliarla y hacerla trascender. Andrea Barrios, del Colectivo Artesana, busca crear oportunidades de reinserción social integral y dignificación para reclusas y sus hijos; el empresario panadero Carlos Guzmán se enfoca en atender con excelencia a sus clientes y encontrar nuevos mercados para seguir generando empleos en la provincia; la chef Débora Fadul quiere integrar productivamente a los agricultores en el proceso de creación de platillos exquisitos, de vanguardia y con identidad muy guatemalteca; Gabriela Asturias prosigue el desarrollo de un proyecto digital para extender el monitoreo de salud mental o física; y María Mercedes Coroy, galardonada actriz maya kaqchikel, llevó este año su carrera —y con ello la proyección del país— a otro nivel con su participación en una superproducción de Hollywood.

Todos estos guatemaltecos merecen felicitaciones verbales a través de sus redes sociales, pero también el decidido apoyo de los guatemaltecos. Son huellas que invitan a colaborar con sus iniciativas o a escribir nuevas historias de creatividad, altruismo, responsabilidad y visión de futuro, cualidades que buena falta le hacen a una clase política encerrada en digresiones vacuas, polarizaciones estériles y extremismos dañinos que relegan la acción y rehúyen la evaluación crítica.

Así también, en esta edición se destaca como Personaje Deportivo del Año a la selección de futbol Sub-20, un gran equipo de jugadores y técnicos que a base de unión, esfuerzo y coraje consiguió la clasificación al Mundial de Indonesia, que se disputará en marzo próximo: una luz de esperanza en el corazón de todos sus hermanos guatemaltecos. ¡Bien hecho!

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