Bagnasco se hizo popular cuando pintó al otro ídolo de los futboleros argentinos, Diego Maradona, en uno de los murales más altos del mundo, de 40 metros de altura en un edificio de Canning, localidad de la periferia sur de Buenos Aires.
“Vemos a la Argentina unida con millones de personas en la calle (en festejos del martes 20 de diciembre). Somos campeones del mundo”, recordó el artista la gesta del triunfo sobre Francia en la final (4-2 en penales, 3-3 en 120 minutos).
La nueva producción de Bagnasco reproduce a Messi a todo color en el instante de la premiación, rodeado por Paulo Dybala, Rodrigo De Paul y Emiliano ‘Dibu’ Martínez.
El capitán albiceleste luce el bisht negro con detalles dorados que le colocaron en la premiación, símbolo de la cultura árabe reservado a las autoridades de la realeza y a personalidades destacadas.
“Esta imagen con la túnica fue algo diferente a todos los mundiales”, afirmó Bagnasco.
El mural mide seis metros de alto por cinco metros de ancho y el artista usó 60 aerosoles.
“Hay detalles técnicos en la realización, pero lo que importa es que es algo emocional”, señaló.