Casi de inmediato, la industria de los alimentos buscó a los sustitutos más aptos, encontrando en el aceite de palma al reemplazo perfecto. En consecuencia, la tonelada métrica de aceite de palma llegó a alcanzar durante el primer trimestre del 2022, los US$1,913, luego de que en años anteriores se cotizara a menos de US$925.60, que fue lo más alto obtenido en el 2021.
Además, este aceite se ha convertido en uno de los principales artículos demandados por la industria alimentaria, debido a su versatilidad y, por el momento, su disponibilidad y accesibilidad con cadenas de suministro sólidas.
Según el índice de precios de los aceites vegetales de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en noviembre los precios internacionales del aceite de palma registraron un promedio de 154.7 puntos lo cual significa que repuntaron en 3.4 puntos (2.3%), respaldados por una renovada demanda mundial de importaciones debido a la competitividad de los precios en comparación con los de otros aceites comestibles.
Beneficio para el país
Todo esto ha representado una gran oportunidad para la agroindustria de aceite de palma de Guatemala, cuyas exportaciones en 2020, generaron divisas por US$471 millones 697 mil 334 y en 2021, ascendieron a US$715 millones 459 mil 322, siendo este último el de mejor desempeño económico del sector a la fecha.
El país tuvo en 2021 una producción de aceite crudo de palma de 941 mil 963 mil toneladas métricas, de las cuales el 79% se exportó y el 21% se destinó al consumo local. Esto representa el 1.25 por ciento de la producción total del mundo, lo que le permitió posicionarse en el sexto puesto a nivel global y segundo en América Latina, generando un impacto económico equivalente a US$1 mil 500 millones (unos Q10 mil 802 millones), en la economía nacional, lo que representa el 1.98% del Producto Interno Bruto (PIB).
De la producción total de aceite de palma del año pasado, el 64% se comercializó como aceite de palma sostenible, certificado por organismos internacionales, lo cual también posiciona a Guatemala con un importante liderazgo en materia de sostenibilidad.
Respecto a este año, hasta agosto se contabilizaban ingresos por US$616 millones 637 mil 282 y según los empresarios, se espera una cifra récord ya que el último trimestre de año es de los más productivos, de manera que al cierre se espera superar el millón de toneladas métricas.
Cifras al alza
Karen Rosales, directora ejecutiva de la Gremial de Palmicultores de Guatemala (Grepalma), entidad que asocia a 41 productores a nivel nacional, indica que, comparado con el mismo periodo del año anterior, hasta agosto de este año, el volumen exportado había crecido un 15%, mientras que el 54% del valor de las exportaciones se debió a mejores precios.
“La importancia de la producción es que a pesar de que la industria representa el 1.98% del PIB nacional, un reciente estudio de CABI (Central American Business Intelligence), indica que engloba el 20% del PIB agrícola y de elaboración de alimentos, lo que da una perspectiva del alcance en la productividad del país”, aseguró.
La fórmula se da en gran medida por las mejoras en los procesos de producción y en las condiciones climáticas que han sido muy favorables, si se considera que la media mundial de producción es 18 toneladas de fruta por hectárea (ha), y en Guatemala se registra una media de 26 toneladas. Incluso, se han reportado áreas en Izabal que llegan a producir hasta 40 toneladas por ha.
El 80% del aceite que se produce en Guatemala, se destina a la exportación durante el presente año los principales destinos han sido Países Bajos (35%), España (20%), Italia (12%), México (11%) y otros países de la región latinoamericana.
Dentro de los principales impactos que el sector aporta al país, sobresale la generación de 30 mil 100 empleos directos y más de 150 mil indirectos. Asimismo, el aporte a las economías locales de las áreas de cultivo es significativo; para el caso de Petén, las operaciones palmeras representan el 29.60% del PIB; le siguen Izabal y Alta Verapaz, con 10.34% y 7.98%, respectivamente.
Existen 228 productores de palma de aceite a nivel nacional; de estos, 52% son pequeños (1-50 ha); el 34% son medianos (51-500 ha); y el 14% son grandes (mayor que o igual a 501 ha) y además, hay 21 plantas de beneficio operando: 6 en la región sur; 5 en el nororiente; y las restantes 10 están en el norte.
Entre 2015 y 2021, el volumen de las exportaciones de aceite crudo de palma de Guatemala ha mostrado un comportamiento al alza, en estrecha relación con el incremento en cuanto a producción nacional, con excepción del 2020, cuando hubo un descenso de 7% en el volumen exportado, comparado a el total del año anterior; esto, principalmente por la crisis logística y los efectos mundiales del Covid-19.
No obstante, en el año 2021, el volumen se recuperó, llegando a exportar 766 mil 631 toneladas métricas de aceite, 6% más que el año anterior.
Respecto a la recién aprobada legislación de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo sobre impedir la compra de materias primas que contribuyen con la deforestación, Rosales indicó que desde hace dos años se cuenta de manera voluntaria con un sistema de monitoreo satelital en la totalidad del cultivo palma, con el que se aseguran que no existe deforestación.
“Esto claramente nos posiciona un paso adelante para cumplir con esa norma, ya que nuestro compromiso lo demostramos con ciencia y tecnología. Por ello podemos decir que estamos posicionados como la cadena mejor preparada para cumplir con los nuevos requisitos del mercado europeo”, afirmó.
Cultivo reciente
En 1988 se estableció el primer proyecto de palma en Guatemala y en la actualidad, la extensión es de 180 mil 614 hectáreas (ha), lo que representa el 1.66% del territorio nacional.
El cultivo está distribuido en tres regiones: sur, (Escuintla, Quetzaltenango, Retalhuleu, San Marcos, Suchitepéquez y Chimaltenango) con 22.19%; nororiente (Alta Verapaz e Izabal, específicamente el Valle de los ríos Polochic y Motagua) con 20.03%; y la región norte (que abarca Petén, parte de departamento de Alta Verapaz y Quiché) con 57.78%, siendo la región más representativa de la palmicultura guatemalteca.
De las hectáreas establecidas (al año 2021), el 96.46% corresponde a palma de aceite en fase productiva (mayor que o igual a 5 años); el restante 3.54% se encuentra en fase pre-productiva. Esa es una de las razones por las que, a pesar de no incrementar significativamente el área de cultivo en los últimos años, se registra un incremento de casi el 6% en la producción respecto al 2019.
La palma en el mundo
- Actualmente hay 25 millones 58 mil hectáreas (ha) de cultivo de palma de aceite en el planeta, de las cuales el 74% se ubica en países asiáticos.
- Indonesia tiene 12 millones 100 mil ha (48.29% en relación con el área total de cultivo a nivel mundial).
- Malasia cuenta con 5 millones 450 mil ha (21.75%).
- Tailandia aporta un millón de ha (4%).
- Los países de América Latina en conjunto representan casi el 7% del total.
- La demanda mundial de aceites vegetales en 2021 fue de aproximadamente 211 millones de toneladas métricas y el 35% fue suplido con aceite de palma. La mayoría de países productores logra satisfacer su demanda local, destinando los excedentes a la exportación.
- La producción mundial de aceite crudo de palma para el año 2021 fue de 75 millones 594 mil toneladas métricas, reflejando un incremento del 3.45% respecto a la producción total del año anterior (2020), que ascendió a 73 millones 72 mil toneladas métricas.