El Yin Yang es un concepto filosófico chino que muestra cómo las fuerzas o conceptos opuestos se interconectan entre sí. Nos indica que siempre debemos conocer el blanco para distinguir el negro, la luz para diferenciarla de la oscuridad, … como también el bien y el mal. Lo más importante del Yin Yang es que debemos aceptar sus dos lados y no podemos únicamente centrarnos en uno. No es posible que solo haya oscuridad; también debe existir la luz. Sin embargo, es nuestra decisión y tarea encontrarla.

Durante la pandemia hemos aprendido que podemos tener un mal lado, representado por la crisis del sistema de salud. Sin embargo, el buen lado es cuando la vida sigue su curso normal, sin preocuparnos del contagio. A lo largo de estos casi tres años de pandemia hemos aprendido que lo importante es el número de fallecidos y la ocupación de los hospitales. El número de personas contagiadas se vuelve irrelevante, a menos que afecte los dos anteriores.

Guatemala está sufriendo un repunte de casos confirmados que ha incrementado los casos activos en más de seis veces en solo el mes de noviembre de 2022. Sin embargo, como los fallecidos y la ocupación de los hospitales se mantienen en un mínimo casi absoluto, no hay ningún peligro de crisis de salud. Por supuesto, las empresas podrán enfrentar dificultades si varios trabajadores se ausentan al mismo tiempo por covid. Por ello, en la España que tanto sufrió por los draconianos encierros impuestos a su población al inicio de la pandemia, ahora se considera:

1. Toda persona contagiada, si no tiene fiebre, que se ponga su mascarilla y que se vaya a trabajar. Puede laborar normalmente como si fuese un catarro.

2. Según los pediatras españoles y el Laboratorio Cinfa, la infección por covid es ahora la menos importante, ya que ni siquiera la mencionan entre las infecciones más frecuentes de los niños en esta temporada.

Referente a las próximas elecciones, podríamos decir que, dentro del Yin Yang, la mayoría de los votantes realmente no recuerda “un buen gobierno” y solo hemos experimentado de malos a peores. Por ello se vuelve de mucha importancia que nuestra juventud despierte y se involucre en la política nacional, buscando erradicar la corrupción generalizada que nos ahoga. Al no conocer lo que es un “buen gobierno”, nos vemos obligados a escoger únicamente entre alternativas políticas que van de mediocres a malas. Llegaremos a las próximas elecciones conociendo lo malo, pero sin conocer lo bueno. Con el fin de seleccionar la mejor propuesta, debemos estar muy bien informados y conocer realmente a nuestros candidatos, las agrupaciones que los apoyan y sus planes. Debemos analizar objetivamente los antecedentes, las capacidades y los planes de trabajo de los candidatos que elegiremos para alcaldes municipales, diputados al Congreso y la presidencia de la República.
Es necesario evitar aquellas organizaciones que hacen muchas promesas electorales pero cuyo verdadero interés es mantenerse en el poder para su propio beneficio y apoyar a aquellos candidatos que realmente valgan la pena.

El peso sobre el electorado en estas próximas elecciones es grande. Guatemala es un país con muchas riquezas. Estas van desde su envidiable clima, la diversidad de sus cultivos, sus variados recursos naturales hasta un increíble patrimonio cultural. Poseemos los medios para desarrollarnos beneficiando a todos los ciudadanos. Lamentablemente, la corrupción generalizada imperante y que solo ha crecido durante los últimos gobiernos nos ha condenado al subdesarrollo.
Afortunadamente, al ser una república, contamos con herramientas y nuestro voto tiene el poder de cambiar la situación.