IDEAS

Hay que pasar las reservas a oro

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Estamos en un mundo cambiante en el que cada vez más la incertidumbre y la desconfianza reinan. Pandemia, inflación, guerra, sanciones, conflictos y tensiones comerciales son algunos de los factores que pesan sobre esa incertidumbre. En medio de todo eso, nubarrones se ciernen sobre el sistema financiero internacional, al grado que algunos hasta hablan de un “nuevo sistema monetario internacional” y poco a poco los gobiernos y los bancos centrales (BC) están “jugando” a la defensiva. Y el Banco de Guatemala, ¿qué está haciendo al respecto?

' No solo compraron más oro, sino que los bancos centrales también aumentaron la cantidad de oro físico en sus bóvedas.

Jorge Jacobs

Aunque quizá todavía estemos muy lejos de llegar al “nuevo sistema monetario internacional”, muchos países se están preparando para los shocks que se puedan dar en el futuro cercano. Los BC en el tercer trimestre de este año compraron la mayor cantidad de oro en la historia, casi 400 toneladas, elevando las compras netas en el año a 673 toneladas, cifra mayor a los totales anuales desde 1967.

Se puede argumentar que los BC están tratando de “mejorar” sus estados financieros. Se estima que las pérdidas que han tenido algunos BC de países desarrollados estarían en los cientos de miles de millones de dólares. De allí que, las compras de oro pueden ayudarlos a fortalecer su nivel de reservas y reducir las pérdidas.

Pero lo importante es que no solo la compra de oro por parte de los BC está aumentando, sino también la cantidad de oro físico que muchos están atesorando en sus propias bóvedas. Y esta es la tendencia importante, ya que demuestra que se está perdiendo la confianza en tener esas reservas al cuidado de alguien más. Esta tendencia se incrementó considerablemente luego de las sanciones aplicadas contra Rusia al inicio de la guerra, cuando confiscaron las reservas monetarias rusas en el extranjero.

De vuelta a la pregunta inicial: ¿qué está haciendo el Banguat? Primero, es necesario que aclare los rumores que han circulado en los últimos meses con relación a las supuestas pérdidas en inversiones que ha tenido. Como ya indiqué, hasta los BC más grandes han tenido gigantescas pérdidas en los últimos meses, así que justo es que nos aclaren a los guatemaltecos cuál es la situación de las inversiones de las reservas monetarias internacionales (RMI) guatemaltecas.

Según la más reciente política de inversiones de las RMI, autorizada por la Junta Monetaria a finales de 2020, el Banguat podía invertir hasta en títulos respaldados por hipotecas, por ejemplo. ¿Qué resultados ha tenido de esas inversiones?

El oro está incluido en las RMI en un rubro denominado “otros activos”, el cual, al 30 de septiembre, estaba valorado en USD 1,172.6 millones. Esta cifra ha venido bajando a lo largo del año. Sin embargo, el informe del Banguat no especifica cuánto de ese rubro es en oro. Según informes internacionales, Guatemala tendrían 6.78 toneladas de oro, las cuales actualmente tendrían un valor de alrededor de USD 370 millones, lo que equivaldría a apenas un 1.8% de las RMI totales de Guatemala. Lo que no se sabe es si esas reservas están en oro físico o simplemente en “certificados de oro”, los cuales en la práctica se convierten en moneda y no en oro físico.

Luego está el tema de la seguridad de las RMI. Siguiendo el ejemplo de los demás BC, pienso que sería bueno que el Banguat no solo incremente la proporción de las reservas en oro hasta llevarlas, por lo menos, al 20% del total, sino que una buena parte de ellas sean en oro físico y no solo en “títulos de oro”, y que este oro sea almacenado en las bóvedas del Banguat localmente. Para su referencia, los BC grandes tienen una proporción mucho más alta de oro dentro de sus reservas: Estados Unidos 67%, Francia 57%, Alemania 65%, Italia 62%, Holanda 55% y Austria 47%.

El Banguat, como mínimo, debería aclarar las dudas que he planteado en este artículo.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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