RINCÓN DE PETUL

Más allá de esa lucha particular

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Distantes en apariencia, pero comparten similitudes fundamentales entre sí. Para los guatemaltecos ¿en qué se parecen este ciclo olímpico que cierra con los juegos parisinos en 2024, y sus elecciones presidenciales que deberán llevarse a cabo en el extranjero, en 2023? Dos similitudes son evidentes: Ambos involucran procesos donde tiene que ver esa función pública, que está corrompida a nivel nacional. Y ambos procesos causan gran congoja y aflicción a las partes que están directamente involucradas. En el caso de lo olímpico, a los atletas y sus entornos, quienes ven cómo sus sueños deportivos internacionales se esfuman, y están cerca de ser fatalmente destruidos. Y en el caso electoral, a los paisanos radicados en el exterior, que hoy despiertan a una realidad que se mira inevitablemente incontenible: nuevamente, seremos el país más inefectivo en llevar la votación a sus expatriados.

' Los atletas y los emigrados hacen en esfuerzos sectoriales legítimos. Pero…

Pedro Pablo Solares

Ambos casos generaron sus propias reacciones. Los directamente afectados hacen esfuerzos personales para enfrentarse a aquel afianzado poder. Cuando la suspensión cayó, los atletas, sus madres, familiares y allegados, hicieron plantones frente a la Corte de Constitucionalidad. Escriben comunicados y se manifiestan con carteles su disconformidad. Por su parte, algunos emigrados también se organizan. Denuncian, e intentan cabildear. Unos, incluso, con gallardía, invirtieron sus esfuerzos y lograron plantear dos acciones legales esta última semana. Pero la realidad es que no hay más a quién recurrir que a las instancias instaladas, que de por sí, también están cuestionadas: Las acciones fueron planteadas ante la Corte Suprema, ya excedida en su plazo ilegítimamente por más de dos años; y la otra ante la Procuraduría de Derechos Humanos, la que conduce ese nuevo señor, José Alejandro Córdova.

En ambos casos, los reclamos son legítimos. ¿Cómo podemos ser tan, pero tan ruines, que seamos suspendidos por el Comité Olímpico Internacional? Buscando en Internet, encontré que de todo el mundo, solo Rusia y Bielorrusia nos acompañan en esa despreciable posición. Y ¿cómo puede ser que seamos tan, pero tan ruines, que a la hora de organizar elecciones en el extranjero, no logremos más que misérrimos 700 votos? Esto, peor aún, considerando el enorme tamaño e importancia de la población que vive en el exterior; y que -encima- juega un papel tan trascendental en la vida nacional. Está claro que los reclamos son legítimos. Pero el poder público está tomado, en todas sus instancias; y su función es blindar el sistema de corrupción, no atender demandas ciudadanas. Es evidente entonces que los movimientos ciudadanos requieren ya de acciones distintas, si lo que se busca es realmente efectividad.

Hay países que funcionan. Y otros que no. Guatemala es muestra de que, en esos segundos, la corrupción es progresiva. Que invade campos que antes jamás hubiéramos imaginado. Los atletas y los emigrados hacen en esfuerzos sectoriales. Pero su enemigo es más grande que la pequeña institución; la que representa su problema inmediato. No es solo el Comité Olímpico Nacional actual. Si lo reemplazan, llegará otro igual o más corrupto. No son solo los actuales del Renap, o del TSE. Más bien, el presupuesto nacional se acerca a los Q100 mil millones. Una maquinaria infernal muy bien aceitada está organizada para sustraerlo. Ultimadamente, tarde o temprano, los guatemaltecos -y no solo los sectores afectados- habrán de enfrentar la enorme y aceitada maquinaria. Eso si se quieren ir de nuevo a las Olimpiadas. Y si se quiere votar en el extranjero. Y si se quieren calles; y escuelas; y progreso; y…

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.