Ahora, Baldizón debe enfrentar acusaciones de corrupción en Guatemala, por dos casos en los que se habrían movido millones de quetzales por medio de sobornos.
Baldizón tenía una orden de captura pendiente acusado de lavado de dinero en una trama de corrupción que involucra a la constructora brasileña Odebrecht, por supuestamente beneficiarse con US$1.2 millones de manera ilegal.
Además, Baldizón es acusado de financiar ilícitamente su campaña electoral del 2015, con US$10 millones que habrían sido desviados de una empresa estatal de transporte.
Baldizón arribó a la pista de la Fuerza Aérea de Guatemala en un vuelo de deportados procedente de Arizona, Estados Unidos. Junto a él venían otras 130 personas, pero a diferencia de los demás, al político los esperaba un fuerte contingentes de policías y fiscales que hicieron efectivas las dos órdenes de captura que tenía vigentes en el país.
Baldizón se entregó al Buró Federal de Prisiones (BOP) en la cárcel correccional McRae, de Georgia, Estados Unidos, el 1 de septiembre de 2020 y fue liberado el pasado 7 de junio, 18 meses antes de los que establecía la condena. En total cumplió 21 meses en la cárcel.
En la prisión se registraba que Baldizón era el preso 19167-104 y se mencionaba que su fecha de liberación era el 16 de diciembre de 2023.
El político se declaró culpable en 2019 por lavado de dinero en Estados Unidos y fue sentenciado a más de cuatro años de cárcel (50 meses), después de haber sido detenido en el aeropuerto de Miami en 2018.
Sobre su caso, la Fiscalía de Florida dijo en 2019 que Baldizón “aceptó contribuciones de campaña” para buscar la Presidencia de Guatemala “sabiendo que estaban siendo realizadas por narcotraficantes y que eran ganancias del narcotráfico”.
Según la Fiscalía, Baldizón compró propiedades en Miami con dinero del narco, una de ellas estaría valorada en US$800 mil (Q6.4 millones).
En 2018, documentos judiciales señalaron que Baldizón “negoció” con la Fiscalía, pero no se hicieron públicos los detalles del acuerdo.
El juicio, afirma la Fiscalía, fue parte de la Operación Black Mass, que es el resultado de los esfuerzos continuos de la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado de Drogas.
Baldizón fue implicado en el caso de sobornos de la constructora Norberto Odebrecht, el cual fue revelado luego de que en Brasil se emprendió la mayor investigación por corrupción.
Por ese caso, el político es acusado de cohecho activo, lavado de dinero y asociación ilícita.
En tanto, por el Caso Transurbano, un fraude millonario de las arcas del Estado para sus campañas presidenciales, Baldizón será procesado por los delitos de financiamiento electoral ilícito, financiamiento electoral no registrado y lavado de dinero.
Baldizón, de 52 años, surgió en la política guatemalteca en 2003, presuntamente como un empresario hotelero exitoso en el norte del país, y fue diputado entre 2004 y 2011.
Con información de EFE