La orden de protección fue concedida ex parte por el Tribunal de Primera Instancia de San Juan el pasado 8 de septiembre y recoge que el cantante alega que Sánchez manifestó “un patrón de conducta consistente en amenazas, persecución u hostigamiento”.
Según el documento, “la parte peticionaria demostró que existe una probabilidad sustancial de riesgo inmediato a su seguridad o a la de algún miembro de su familia”.
Por ello, se ordenó a Sánchez “abstenerse de acosar, perseguir, intimidar, amenazar o de cualquier otra forma interferir con la parte peticionaria o con miembros de su familia”.
También a no acercarse a su hogar o al de sus familiares y a no contactarlo por vía telefónica, correo electrónico o redes sociales.
Esta medida llegó un día después de que Ricky Martin presentara una millonaria demanda por extorsión, daños y perjuicios contra su sobrino, y un día antes de que Sánchez se querellara por agresión sexual contra su tío.
Sobre esa querella por agresión, José Andreu Fuentes, uno de los abogados de Ricky Martin, aseguró que son afirmaciones “tremendamente ofensivas y completamente falsas” y parte de “un patrón de acoso contra el cantante”.
Sánchez, por su parte, dijo hace diez días a la televisión Unimás que tiene “evidencias sólidas” de esas supuestas agresiones, que alega ocurrieron cuando tenía 12 años, y que espera que “se haga justicia”.
Las demandas ante los tribunales empezaron el pasado julio, cuando Sánchez logró ex parte una orden de protección por violencia doméstica contra el cantante, un caso que quedó archivado ese mismo mes a petición del propio demandante.