Sectores que han evaluado el documento advierten de una evasión a la fiscalización, una reducción a los controles del Tribual Supremo Electoral (TSE) y una imposición en el tiempo de aíre en los medios de comunicación.
Pese a que aparentan ser grandes beneficios para los partidos políticos el documento no ha hecho eco en un Congreso dominado por la “alianza oficialista”, ya que el dictamen no ha sido considerado para comenzar sus debates parlamentarios.
La posible razón de ese rechazo podría ser debido al cambio que propone el documento para la elección de diputados, donde cada ciudadano votaría por un diputado, por nombre y apellido y no por un conjunto representado en una lista.
“Esta propuesta viene a simplificar la iniciativa que venía del TSE, estamos facilitando el conteo porque solo se vota por un candidato de todo el distrito y un candidato de lista nacional. Es un conteo de números enteros que facilita el proceso, mucho más simple y rápido que hacen los vecinos de El Salvador y Honduras”, señala José Rivera, presidente de la Comisión de Asuntos Electorales.
Actualmente han existido algunos acercamientos, no oficiales, con integrantes de la Junta Directiva del Congreso para que consideren incluir en las sesiones plenarias las reformas a la Lepp, señaló Rivera.
“No hemos tenido un acercamiento formal como comisión, hemos tenido algunas conversaciones pero no ha habido una reunión formal, entendemos que han estado ocupados con otra agenda y otras prioridades de leyes. Esperamos tener estos acercamientos en las próximas semanas”, concluyó.
¿Huyen de la reforma?
Aunque existen temas que merecen ser reconsiderados en el documento de reformas a la Lepp los listados abiertos para la elección de diputados es uno de los temas “rescatables” del documento, señalan distintas organizaciones sociales.
Quienes ven con preocupación cómo los diputados, bancadas y partidos políticos no abren un debate público sobre el tema; situación que solo genera incertidumbre según María José López, analista de Guatemala Visible.
“Los listados abiertos, a mi percepción, pueden favorecer mucho al votante. Poder elegir específicamente a quien quiero que me represente, esta reforma puede que a muchos diputados no les convenga y puede que ahí veamos la falta de apoyo que se le ha dado”, explicó la analista.
Actualmente mediante “maniobras políticas” personajes logran posicionarse en casillas clave de los listados, aunque no tengan vocación de servició y las mejores intenciones, según la lectura de Juan Diego Castañeda, presidente de Jóvenes por Guatemala.
“Imagínese cuantos políticos no han llegado a donde están por este mismo proceso de los listados. Creemos que esto es algo que les da muchísimo miedo a los diputados porque se les va a acabar el juego y van a tener que salir a la calle a hacer contacto con las personas y presentarse ante el pueblo”, comentó.
Sin tiempo
Para que se apruebe una reforma a una ley de rango constitucional, como lo es la Lepp, se necesita un dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad (CC) para definir que ningún cambio atente contra la Carta Magna.
A demás cualquier cambio a un solo artículo, por más mínimo que sea, necesita al menos el voto favorable de 107 diputados, una cantidad de votos que ya hemos visto cuando la “alianza oficialista” va tras una iniciativa.
Jorge Wong, politólogo independiente, considera que un tema destacable en la reforma es abrir los listados para que cada ciudadano vote el rostro de un diputado, ya que con los antecedentes de su trabajo legislativo tendrán peso.
“No le sirve a los diputados porque ya depende de su nombre y su apellido que ganen o pierdan. Muchos tienen señalamientos de corrupción o simplemente no hicieron anda durante la legislatura, esto ya los pone n peligros para no ganar la curul, pero a cómo está la ley ahora se meten los goles”, indicó.
Actualmente el principal enemigo de las reformas, además de la notoria apatía política a palabras de Wong, es el tiempo, ya que por el tratamiento especial de la reforma y los cambios a las reglas del juego es casi imposible que sean aplicables el otro año.
“Siendo realistas para esto se merece una preparación, hay que capacitar a todos los votantes para que sepamos como es el tema que no todos lo tiene claro, sería oportuno que se aplique pero para la otra elección, no a la próxima del 2023”, destacó.
Una lectura similar mantiene la analista María José López, pero ella aún considera que es posible aplicar los cambios en 2023 si el Congreso agiliza la aprobación de la norma electoral.
“Si vamos contra el tiempo y no es fácil implementar este tipo de cambios porque involucra a muchos factores; tanto los partidos políticos, comités cívicos, el TSE, el ciudadano. No es tan fácil y si se necesita el tiempo para implementarlo, no es imposible pero si va a requerir una educación intensa para el votante”, puntualizó.
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